Desde el Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores explicaron que pueden crear el ambiente propicio para el crecimiento del vector de la enfermedad.Se fue el verano, empezó el otoño y con él la tarea de podar los árboles que se encuentran en las veredas o bien en los patios de las casas. Frente a ésto, desde el Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores pidieron que los vecinos no dejen tiradas las ramas cortadas en las veredas porque, al descomponerse, generan el ambiente propicio para el desarrollo del flebótomo, vector responsable de la leishmaniasis.
La poda es el corte parcial o total de las ramas vivas o muertas de una planta y se recomienda que se realice durante la época de reposo vegetativo del mismo, es decir, durante el otoño o el invierno. Es por ello de la advertencia de los funcionarios municipales.
Los vecinos no pueden dejar las ramas en la vereda o en cualquier lugar porque cuando esa rama se empieza a descomponer crea el microambiente necesario para el desarrollo del flebótomo, que es el agente transmisor de la leishmaniasis, indicó a PRIMERA EDICIÓN el director de dicho instituto, Fabián Zelaya.
Lo que sucede es que el flebótomo es diferente al Aedes aegypti, vector del que la gente está acostumbrada a hablar y sobre el cual se conoce bien cuál es su hábitat y donde crece y se desarrolla.
Mientras el Aedes lo hace en el agua, el flebótomo crece en la tierra, en materiales en descomposición y residuos orgánicos, lo que quiere decir que su crecimiento es más fácil que el del vector transmisor del dengue, explicó Zelaya y remarcó que si se hace la poda del árbol, se deja la rama tirada en la vereda y esa hoja seca, la hojarasca, se empieza a descomponer y crea el microambiente ideal, gracias a la humedad y la sombra, para que el flebótomo se reproduzca, ponga sus huevos en la tierra y crezca.
Tomar conciencia
Zelaya pidió a la población tomar conciencia y no dejar tiradas las ramas en las veredas o en los boulevares de las calles sino que se deben tomar los recaudos y buscar los medios necesarios para llevar las ramas a otro lugar. Hay que tomar conciencia porque la Municipalidad no se puede hacer cargo de levantar todas las ramas, indicó.
Además, ésto puede generar un ambiente propicio para la proliferación no solo del flebótomo responsable de la leishmaniasis, sino también de roedores, cucarachas, arañas y alacranes.
Cuando las hojas quedan amarillas y uno levanta el ramal, el pasto está húmedo y ahí hay materia orgánica que genera el microambiente favorable para su crecimiento y proliferación. Es un peligro generalizado, remarcó. Al no dejar ramas tiradas me cuido yo, a mi familia, a mi vecino y a mi mascota, agregó Zelaya.
Enfermedad y prevención
La leishmaniasis se transmite por la picadura de flebótomos hembras infectados y la comunidad sabe que, por lo general, afecta al perro pero también puede llegar a afectar a la persona.
El perro es el reservorio natural del flebótomo, lo mismo que las gallinas. Entre el perro y la gallina el flebótomo tiene predilección por la gallina; pero en Posadas hay muchos más perros que gallinas, qué casa de Posadas no tiene perros, señaló Zelaya y remarcó que entre el perro y el hombre prefiere el perro y cuando no hay ninguno de los dos, pica al hombre. Además, remarcó que el contagio al perro se produce por la picadura de la hembra, igual que en el caso del Aedes.
Frente a esta situación, Zelaya indicó que dentro del Instituto realizan acciones de prevención contra la leishmaniasis. No solo nos ocupamos del Aedes, sino que hay un departamento de Zoonosis que se encarga de hacer el trampeo durante todo el año en la ciudad.
Este departamento se encarga de colocar trampas durante todo el año en determinadas viviendas de distintos barrios de la ciudad, similar a lo que se realiza con las ovitrampas para medir el índice aédico pero con mayor tecnología ya que incluso, por ejemplo, lleva una batería.
De acuerdo a ello nosotros sabemos qué delegaciones tienen mayor índice de flebótomo, que están presentes de septiembre a abril, indicó Zelaya. Estas trampas también permiten mantener la colonia de flebótomos dentro del Instituto para estudiarla y saber qué tipos se encuentran en las diferentes delegaciones de la ciudad.
La leishmaniasis es una enfermedad que puede presentarse de dos formas: cutánea porque afecta la piel y las membranas mucosas; y sistémica, o mayormente conocida como visceral, que afecta al cuerpo entero. Esta forma ocurre de dos a ocho meses después de que la persona es picada por el flebótomo y puede ser mortal.
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