Escuelas y universidades públicas del país están impulsando estas medidas inclusivas como expresión del derecho a la identidad de género, pero en Misiones, por ahora no se lo planteó como inquietud, reconoció el rector Javier Gortari. Aunque aún no ocupa el centro del debate, se empezó a plantear la discusión sobre la posibilidad de habilitar baños mixtos en escuelas y universidades públicas del país, como una medida inclusiva. En la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), aunque no se descarta tal posibilidad, tampoco ha habido planteos para implementarlos, según confió a PRIMERA EDICIÓN, su rector, Javier Gortari.
Todavía no lo tenemos como solicitud. Quizá sí, hemos avanzado más en otras cuestiones que eran más notorias, como por ejemplo los baños accesibles para estudiantes con movilidad disminuida, explicó el directivo de la UNaM.
Todas las nuevas construcciones que se hicieron en la Universidad e incluso los albergues están contemplando esa cuestión, remarcó.
Cambio cultural
Que una institución educativa pública impulse iniciativas como los baños mixtos ayuda a que se crezca en el nuevo paradigma que rompe el binarismo de género y amplía el concepto a la simple expresión de sexualidad humana. No obstante, para pensar en aplicar estos cambios en Misiones, primero se requiere un cambio cultural, según Gortari.
Suelo ir a la facultad de Ciencias Sociales de la UBA y allí los baños son mixtos. Mientras exista la misma privacidad que se tiene ahora, con sanitarios separados, no debería haber inconvenientes. Es un tema de hábito cultural, opinó al respecto.
En 2012, la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata unificó los sanitarios, en lo que fue la primera iniciativa de este tipo en Latinoamérica. En Estados Unidos algunas universidades lo han implementado desde 2014. El año pasado hicieron lo mismo las facultades de Ciencias Políticas de las universidades argentinas de Rosario y de Cuyo.
La decisión tuvo, en las instituciones donde las implementaron, una doble intención: desde lo edilicio, garantizar la inclusión y los derechos de los estudiantes; y desde lo simbólico, visibilizar debates que aporten al cambio cultural.
Evitar la discriminación
Según consideran activistas y personas transgénero, fomentar que no haya distinción de entrada al sanitario, por identidad de género, es un paso adelante para evitar que haya discriminación, Lo importante es que se fomente el respeto, apuntó el rector de la UNaM, quien, tras a asegurar que no soy un especialista en temas de género, sí se mostró abierto a la discusión, aunque si lo que queremos es igualdad de género, me parece que deberíamos también procurar otras cosas más sustantivas.
Entre personas adultas ir al baño y tener al lado a una mujer o un hombre debería ser lo mismo. Puede ser que, por nuestra cultura, incomode al principio, supongo. Sobre todo, más a las mujeres, pero no me parece una gran dificultad. Sin embargo, nosotros no lo tenemos como plan ni como inquietud o problema, insistió.
Se han incorporado personas trans a la Universidad y circulan con relativa normalidad. Me imagino -insisto, sin ser especialista en el tema- que aquellas personas que han optado por su identidad de género -de hecho, hemos tenido pedidos de cambios en los nombres de los diplomas de graduación- deberían poder usar los baños que deseen sin inconvenientes.
Si alguien se siente mujer, se viste como tal y de hecho lo es, más allá de su genitalidad física, me parece que vaya a un baño de mujeres no debería generar dificultad, y viceversa, concluyó.
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