Son de Itacaruaré y en febrero habían partido rumbo a Buenos Aires con el sueño de jugar al fútbol en un equipo nacional. Pese a que algunas puertas se cerraron, otras se abrieron y ellos no bajan los brazos. Su historia se hizo conocida gracias a la solidaridad de los misioneros, quienes se pusieron en campaña para ayudarlos a juntar el dinero para los pasajes. Una parte (la principal) provino de una colecta del Club de Leones y el resto se fue sumando con la solidaridad de personas particulares, quienes rogaron anonimato.
El viaje se había producido el 5 de febrero último, pero tanto Axel como Nahuel sabían que iban a la Capital Federal para quedarse, aún si las cosas no resultaban fáciles. Y no lo fueron. Tras varios días de pruebas, Arsenal no los recibió como reserva en las inferiores del club, pese a haber dado todo de sí e intentar adaptarse rápidamente al cambio de 180 grados que tuvo la vida de ambos.
Sin embargo, antes de todo ese desenlace, y cuando todavía el panorama era incierto, las madres empezaron a averiguar qué clubes estaban reclutando niños para jugar en las inferiores. Hubo varias negativas anteriores hasta que se dio la oportunidad de probar en el Club de Lanús, donde hubo feeling inmediato con uno de los entrenadores que ya conocía Misiones. Mediante las redes sociales, supieron de la búsqueda de Lanús.
El entusiasmo de Hilda, la mamá de Axel, quien acompaña a los chicos por todas partes no es para menos. Después de la tristeza que significó el traspié de Arsenal, hoy los chicos están en las filas de Lanús.
Estoy contentísima porque los dos ya están adaptados, jugando en Lanús, tres veces por semana con entrenamientos, y ahora están disputando la Liga Argentina.
Es que, lejos de hacer lo que podría dictar el sentimiento de derrota y tomar el primer colectivo de regreso a la tierra colorada, los chicos decidieron hacerse un lugar en el fútbol nacional, cueste lo que cueste.
Una nueva vida
Hilda y los dos chicos están alojados en la casa de un familiar en San Telmo, quien también está dando una mano. Tienen la escuela a pocas cuadras de la casa y les está yendo muy bien.
A diario después de volver del colegio, a donde van y vuelven caminando, almuerzan juntos, luego hay que hacer el trayecto de siete cuadras hasta la estación de Constitución para tomar el tren hasta Lanús, que es un viaje que dura alrededor de media hora.
Actualmente los dos niños están en las filas de ese equipo y por estos días hasta están disputando el torneo metropolitano.
Fueron probados en distintas posiciones y ahora con el número 8, Axel se siente mejor que nunca, expresó feliz.
Ambos niños juegan en la categoría C, y están haciendo verdaderos esfuerzos para ascender. De ir un sólo día a entrenar, con el tiempo empezaron a ir dos y ahora ya son tres días, desde el mediodía hasta casi la noche a puro entrenamiento.
Por ahora los chicos están compañía de Hilda, la mamá de Axel, quien espera venir a Misiones, aproximadamente para mayo, y en ese ínterin vendrá la mamá de Nahuel para estar con ellos y así seguir apostando hasta alcanzar jugar en primera división del fútbol argentino.
Necesitan ayuda
Las familias de los deportistas se encuentran realizando grandes esfuerzos para ayudarlos a pelear por sus metas, pero como dice Hilda, nada alcanza y saber que la solidaridad de la gente nos ayudó a llegar hasta acá nos incentiva, explicó.
Quienes deseen colaborar con los chicos o interiorizarse de sus metas pueden llamar al 011-1524718287.
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