Bodoque (42) fue detenido por su propio patrón, quien lo sorprendió en la oficina del aserradero para el que trabajaba en pleno intento delictivo.El último lunes a las 19.20 todos preparaban el regreso a casa en el predio emplazado en el cruce de las rutas provinciales 2 y 4, en San Javier, cuando el propietario notó a Bodoque oculto en la Administración.
El dueño redujo al sospechoso. Entonces entendió por qué desde hace varias semanas los números no le cerraban ante la constante desaparición de efectivo de la caja.
Lo más curioso es que el malviviente había trabajado para el denunciante varios años antes realizando changas. Al parecer, también aquella vez intentó quedarse con lo ajeno.
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