Los signos más importantes del envejecimiento cutáneo son: aparición de arrugas, manchas, sequedad de la piel, pérdida del brillo y ptosis tisular.
Estas señales son consecuencia de un proceso fisiológico de declinación de funciones del tejido conjuntivo por el cual el colágeno va teniendo más rigidez y disminución de su volumen.
Además, las fibras elásticas pierden fuerza por la disminución de la elasticidad, hay una disminución de las glicosaminoglicanas, asociada a una reducción de agua, que provoca una disminución de la adhesión, migración y diferenciación de las células.
El deterioro paulatino del tejido conjuntivo lleva a una degeneración de las fibras elásticas y a una disminución del oxígeno en los tejidos con posterior deshidratación, que provoca la aparición de pequeños pliegues de la piel, denominados arrugas.
Tratamiento del envejecimiento facial
Existen numerosas y variadas técnicas tanto tecnológicas como médicas y cosméticas, para el tratamiento del envejecimiento facial.
Una problemática que en los últimos años ha tenido grandes avances, al punto de ofrecer día a día más y mejores opciones para mejorar tanto las líneas de expresión como las arrugas.
Además de ser cada vez más accesibles y personalizados, conforme a las posibilidades y necesidades de cada persona, la mayoría de estos recursos terapéuticos no son invasivos, por lo que no exigen la interrupción del trabajo o de las actividades de la vida familiar o social.
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