La gobernadora del estado brasileño de Roraima, Suely Campos, reclamo hoy el cierre temporal de la frontera ante la llegada de más de 50.000 migrantes del vecino país.
La jefa de gobierno, del Partido Progresista (PP), hizo el pedido a través de una acción ante el Supremo Tribunal Federal (STF, Corte Suprema), para hacer frente al gran flujo de migrantes, equivalente al 10% de la población estadual, sin la ayuda de recursos adicionales del gobierno federal.
Según un comunicado publicado por la Gobernación, la acción civil presentada por Campos se debe a la omisión del Gobierno Federal en cumplir su papel constitucional de control de la frontera, sobrecargando el Estado de Roraima.
Desde Lima, donde se celebra la Cumbre de las Américas, el presidente de Brasil, Michel Temer, criticó la solicitud de la gobernadora. Creo que ese pleito no tiene mucha significación. Eso no es un hábito de Brasil, Brasil no cerraría fronteras, espero que el Supremo decida de esta manera, aseguró el mandatario en declaraciones a periodistas, citado por la agencia Efe.
Además del cierre provisional de la frontera con Venezuela hasta que se practiquen medidas concretas, la acción ante el Supremo pide recursos adicionales para suplir los costos soportados especialmente en salud y educación. Según el comunicado, la gobernadora Campos intentó varias veces tratar el tema con las autoridades federales y, aunque desde 2017 el Estado ya había decretado emergencia social, sólo hasta febrero se publicó en el diario oficial la Medida Provisional.
Nada de efectivo fue implementado hasta el momento, incluso después de la Medida Provisional, a no ser la transferencia de sólo 266 venezolanos para los estados de Sao Paulo y Mato Grosso, lo que representa un factor ínfimo, considerando los más de 50.000, muchos de los cuales deambulan por las plazas de la capital Boa Vista, afirmó la gobernadora, citada por la agencia Efe.
La crisis económica, política y social de Venezuela desencadenó una explosión en el flujo migratorio.
De acuerdo con el comunicado, la entrada masiva de venezolanos por la ciudad de Pacaraima comenzó en 2015 y ha ocurrido de forma desordenada. Gran parte de estos inmigrantes se establece en plazas e inmuebles abandonados de la ciudad de Boa Vista, pasando a vivir en la condición de habitantes de la calle. Con eso, Roraima sufre con aumento de la criminalidad, reincidencia de enfermedades ya erradicadas en el país (como el sarampión), además del aumento incontrolable en los costos para asistencia en salud y educación, señaló un comunicado de la gobernación.
De acuerdo con la información suministrada por la gobernación, estos impactos han sido asumidos por el Estado de Roraima sin ningún apoyo financiero del Gobierno Federal. Además de estar perjudicado financieramente, Roraima está de manos atadas porque no puede controlar la frontera ni implantar barrera sanitaria, pues son competencias del Gobierno Federal, aseguró Campos.
Fuente: Agencia de Noticias NA
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