Mientras el interior, desde la mirada centralista que agudizó el Gobierno de Mauricio Macri, sigue padeciendo los tarifazos que son profundos (especialmente en nuestra región Norte empobrecida); se suma un dato que vuelve a marcar las abismales asimetrías que castigan duro a la tierra colorada.
Según una investigación de la Fundación Mediterránea, la nafta súper aumentó en Misiones el 50% en los últimos doce meses, mucho más que en cualquier otro punto del país. Justo acá que las expendedoras pelean por sobrevivir a las diferencias de precio con Paraguay y hasta con Brasil.
Donde este mismo Gobierno que liberó los precios a lo que dispongan las petroleras, dejó sin el beneficio del tratamiento diferenciado impositivo para los combustibles en la capital provincial y nunca lo extendió -mientras estuvo vigente- a los otros 75 municipios.
El dato es apenas un muestreo de lo caro que resulta vivir en esta zona del país, donde el costo de la canasta familiar es mayor incluso que en el sur del país potenciado, por ejemplo, por el alto costo de los servicios de electricidad y ahora se sabe, también de la nafta súper.
Con la mirada tan en el centro, tan porteña, resulta difícil que los funcionarios que tienen el poder de decisión puedan siquiera proponer al Presidente de la Nación una visión más contemplativa hacia este Norte que no tiene gas en redes, que tiene una represa que abastece de energía a gran parte del país con las consecuencias que se siguen pagando y sin embargo se paga una de las tarifas más caras.
Se pueden enunciar más fundamentos para intentar conmover al poder de Cambiemos, pero está a la vista que nos deberemos conformar los misioneros con no seguir pagando las subas que se vienen en el cien por ciento.
Castigados otra vez, con los sueldos cada vez menos rendidores y los precios más altos, la superviviencia es cada vez más difícil.
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