Pablo Casey, director de Asuntos Legales e Institucionales de Telecom estuvo en Misiones y visitó PRIMERA EDICIÓN. Su visión del momento de la economía y críticas a la presión fiscal. Con la fusión autorizada legalmente entre Cablevisión y Telecom (y con ellas Personal, Arnet y Fibertel), las empresas que reportan al Grupo Clarín comienzan a delinear sus estructuras de trabajo en el nuevo marco jurídico y organizacional.
De profesión abogado, Pablo Casey es una figura importante en el managment del nuevo proceso empresario, a cargo de la Dirección de Asuntos Legales e Institucionales de Telecom, además de ser un hombre de continua consulta de los principales accionistas del Grupo Clarín, que le confiaron una tarea que demanda no solo horas de reuniones y burocracia, sino también de recorrer el país para interiorizarse a pleno de los recursos humanos y técnicos que pasó a tener la empresa que representa.
Telecom es una empresa de telecomunicaciones líder en Argentina, contamos con 27 mil empleados propios y 45 mil en total que dependen de nosotros. Este año vamos a invertir entre 1.300 y 1.500 millones de dólares y hasta 2020 tenemos un plan de inversión de 5.000 millones de dólares. Trabajamos mucho en el desarrollo, anticipó Casey en su paso por Misiones esta semana, cuando visitó PRIMERA EDICIÓN y otorgó una entrevista exclusiva.
Sobre los planes de trabajo que se fijaron al asumir, el objetivo principal de Telecom -explicó- es mejorar nuestras redes a través de la inversión y darles un mejor servicio a nuestros clientes. Terminar de formalizar lo que se conoce como Cuádruple Play, esto es que el cliente reciba los cuatro servicios por el mismo tubo telefonía celular, televisión por cable, telefonía fija e Internet. Hacia eso va la convergencia y vamos las diferentes empresas, aseguró.
Casey ya demostró conocer a la perfección el escenario en el que se desempeña: Nuestros competidores directos son las empresas Telefónica, Claro, Direct TV. Tenemos competencia en todo el país en todos los servicios que ofrecemos. Desde Direct TV como operador grande a operadores chicos, cooperativas que brindan a la gente los servicios mencionados dijo en referencia al mercado actual.
En el encuentro con este Diario, también analizó el momento de las telecomunicaciones, la situación económica del país y el futuro de los diarios de papel.
Sobre el Cuádruple Play ¿sería más económico que separados?
Sin duda para el cliente contratar los servicios separados sería más caro que si se contrata todo junto y se paga en una sola factura los cuatro servicios.
¿Qué infraestructura hace falta?
Dentro de lo que son nuestras redes, podemos mejorarlas y pasar todos los servicios por ahí. También estamos trabajando en la colocación de sitios para expandir nuestra red móvil. A veces se nos hace difícil porque depende de las Municipalidades que te otorguen el permiso en el tiempo que uno lo necesita. Los tiempos muchas veces son diferentes y en eso estamos trabajando. Queremos concientizar a las autoridades que la gente necesita estar comunicada y la importancia que tiene por varios motivos, uno de ellos es la seguridad. Lo que está haciendo Marandú acá (instalación de fibra óptica en toda la provincia) es muy importante, en definitiva está dando conectividad. En varias provincias también se está avanzando en la colocación de ductos. En cada pozo que abren se está poniendo un triducto para que ahí pasen todos los cables, es muy necesario. Sobre todo en aquellos lugares donde las empresas de telecomunicaciones queremos expandir nuestro servicio y no existe infraestructura propia.
¿Cuál es el futuro de los diarios de papel?
Yo creo que el papel está vivo y más de lo que se piensa. Disiento con la sentencia que ha recaído sobre el papel diciendo que se va a morir. Yo no creo que tenga una muerte tan rápida, para nada. El papel tiene sus seguidores, sigue imponiendo la agenda de las radios o la televisión.
Es lo primero que se ve a la mañana y sobre esa noticia se desarrolla el día. Claro que en el medio suceden cosas pero se comienza de esa manera.
El único problema que tenemos con el papel es que tenemos demasiados impuestos. Papel Prensa, tiene gravísimos problemas por los impuestos y sobre todo por los costos. El costo de energía es imposible de afrontar. Hoy es más barato usar el papel que se fabrica en Chile. Una locura. El sistema impositivo es distorsivo y los costos de energía son enormes.
¿Se notaron cambios impositivos para las grandes empresas en este Gobierno?
En algunas cosas sí pero no alcanza. La presión es alta.
Misiones tiene una presión fiscal alta…
En Misiones siempre la presión fiscal fue alta. Con el cable siempre tuvimos problemas enormes. La presión tributaria que hay acá fue dura, recuerdo que tuve que venir varias veces a hablar con las autoridades por este tema.
¿Cómo observa el clima económico?
Nosotros somos optimistas y creemos que podemos tener un país previsible. Es indudable que la herencia recibida de los últimos años hace que la economía atraviese un proceso inflacionario, pero deseamos que esta inflación vaya bajando. Son indicadores que se revisan a la hora de invertir. Nuestra industria no puede dejar de hacerlo. Por eso el compromiso asumido de 5.000 millones de dólares para los próximos tres años. Esta industria produce que tu competidor deba invertir si o si para no quedarse atrás de la carrera.
Clarín tuvo un enfrentamiento muy fuerte con el Gobierno anterior ¿qué secuelas quedaron?
Perdimos mucho tiempo porque en lugar de pensar en hacer nuevos negocios o mejorarlos tuvimos que ocuparnos de defendernos de los ataques terribles que hemos sufrido. No solo las empresas sino también las personas. Recordarán ustedes lo que han hecho con los hijos de la señora de Noble. Nosotros somos una empresa de negocios, no tenemos ningún otro negocio que no sean las telecomunicaciones y ejercemos el periodismo independiente.
El crecimiento del Grupo fue con el diario Clarín, después tuvimos un canal, nunca cambiamos de rubro, somos profesionales de esto y nos dedicamos toda la vida. Nuestros accionistas nunca pensaron en frenar el avance y terminamos comprando Nextel, comprando Telecom. Aún en los peores momentos, nosotros seguimos pensando en hacer negocios e invertir. Creo que la base del éxito es que nuestros accionistas están realmente comprometidos con la empresa y con el país. Siempre tuvimos claro que hay que seguir para adelante.
¿Qué piensa de la realidad regional, los países vecinos?
Los países chiquitos miran. Uruguay nos mira a nosotros y aprende. Paraguay lo mismo. Es sorprendente que nuestro país esté paralizado y Paraguay tenga un crecimiento tremendo. Es fantástico el crecimiento que tienen en campos, ganados, soja, comercio. Nosotros en ese sentido somos un poco más desordenados, tenemos todo para ser un país de punta pero, al argentino, le pasa que no sabe cómo hacer las cosas. Tenemos todo, recursos naturales, materia gris, yacimientos mineros, pero no sabemos cómo hacer las cosas. El populismo ejercido por el anterior gobierno produjo una decadencia terrible, que ya venía instalándose en la Argentina. No solo política sino también empresaria, intelectual, un conjunto de cosas que hacen que Argentina esté como está.
¿Ahora ve posibilidades de crecer?
Tenemos un Gobierno que tiene muy buenas intenciones, quiere hacer las cosas bien y se está jugando mucho por los que quieren que la Argentina crezca. Pero la inflación produce que algunos inversores prefieren hacerlo en Brasil, Uruguay o en Paraguay.
¿Es necesario un cambio cultural además del político?
Sin duda. Este país arranca después de 15 o 20 años de un Gobierno constante con un cambio cultural. Creo que el presidente tiene buenas intenciones pero también tiene un lío enorme con una herencia terrible y es difícil que en dos años podamos curar este mal, que viene de mucho tiempo. Alguien tiene que poner un límite, este Gobierno lo está haciendo. Hay que convencer a toda la sociedad y el ejemplo tiene que venir de arriba. Cuando el Gobierno hace las cosas bien, los empresarios invierten, la gente está un poco mejor, así se construye un país.
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