La contención y actividades preparadas para él, fueron fundamentales, y gracias al apoyo del equipo docente de esa institución, pudo superarse y ahora a partir de sus originales inventos se volvió famoso en el pueblo donde reside con sus abuelos.
Sus docentes esperan que pueda seguir la facultad y seguir desarrollando sus habilidades para la informática y la mecánica.
Al principio, su inserción fue con mucha dificultad para todos, tanto de parte de los docentes (ninguno tiene preparación educativa integradora para trabajar con discapacitados) como de sus propios compañeros, porque Néstor se incorporaba a un secundario regular y todos debíamos hacer esfuerzos para entenderlo y ayudarlo, fue la respuesta del director Oscar Martín Dresch, consultado por cómo se integró el joven a la escuela.
El colegio asumió el desafío de todas maneras y cuatro estudiantes con capacidades diferentes iniciaron su secundario junto a él. Quien más sobresalió fue Néstor, por mostrar tempranamente las capacidades para la mecánica y la informática.
Pese a estar en un bachillerato común, y a todos los inconvenientes que se fueron presentando, el cariño y las ganas de ayudarlo en su superación pudieron más.
Néstor fue quien más resaltó. De forma autodidacta aprendió a leer los labios, cosa que ayudó para entender los contenidos dados en el aula, contó el docente con satisfacción.
Él no se quiere identificar como alumno especial y por eso fue haciendo un esfuerzo mayor para estudiar los mismos contenidos que el resto, indicó. Hasta hace algunos años, el equipo escolar se organizaba para dictarle actividades preparadas para él.
Un salto
Expresó Dresch: En los últimos tiempos la forma en que desarrolló habilidades nos dejó sorprendidos a todos. Le dábamos trabajos prácticos y libros que él devoraba porque evidentemente le apasiona, contó el director del BOP. El instituto agrícola y desde la cátedra Industria de la Granja y Mecanización Agrícola, dio un salto.
Las tareas que solían darle sus profes era proponerle que arme y desarme motores poco complejos al principio (ventiladores) y luego con más dificultad (motores de heladeras o autos).
Así empezó, desarmaba y armaba todo lo que llegaba a sus manos, los profes le daban motoguadañas y otros artículos eléctricos. Lo que podía reparar lo hacía, lo que no iba todo a parar al lugar donde guardaba lo que podía reciclar, en un trabajo práctico con los profes tomó todo lo que le servía para armar un motor. Así se propuso desarrollar un taladro eléctrico con material descartable, prosiguió el maestro.
El taladro lo armó a partir del mecanismo dañado de un autito a control remoto, interruptores en desuso y fuentes de energía. Ver sus resultados puso de manifiesto para los adultos que lo rodean que hay una capacidad y un potencial que valen la pena incentivar.
Néstor vino a mostrarnos que aunque no escucha es capaz de desarrollar su destreza sin limitaciones. Se destaca en todo, dijeron sus maestros quienes se mostraron muy dispuestos a ayudarlo para que no desperdicie su potencial.
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