El acto central por el 162 aniversario de la Policía de Misiones se desarrollará hoy a partir de las 16, sobre la ruta provincial Nº 207, frente a la comisaría de Cerro Corá.
El inicio de obras de la base de tareas del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) en el predio que la fuerza posee en la localidad de Profundidad, y la formación policial de excelencia, son los anhelos que expuso el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, al recordarse hoy un aniversario más de la fundación de la Policía de Misiones.
Son tiempos en Argentina donde una institución como la policía debe tener por pilares la disciplina, la austeridad, la capacidad de sacrificio, el espíritu benemérito, la lealtad al poder legalmente constituido y el trabajo en equipo. Son valores que la institución no debe ceder, dijo el funcionario.
Manifestó su beneplácito por poder celebrar con el personal “en mi carácter de ministro y como miembro de la sociedad misionera. Es un orgullo, una emoción, porque existen muchos motivos: uno de ellos es el Norte que tomó esta policía y que tiene que ver con un propósito que tuvo desde el primer día el gobernador (Hugo) Passalacqua, que es combatir el narcotráfico. En eso la policía demostró estar a la altura de las circunstancias, y la sociedad lo reconoce. También la necesidad de trabajar por una policía cercana, una policía al servicio del ciudadano. Considero que ese camino que fue trazado está siendo caminado por la institución.
Según Pérez, cambiamos ese concepto de policía lejano, por una policía cercana, más apegada a la sociedad, son caminos que logramos en este tiempo, que junto con la formación y con la presencia de la policía en la calle, no son logros menores.
Asimismo, se incorporó tecnología -división de drones, la división cibercrimen- además del equipamiento habitual que debe tener un efectivo como la entrega de uniformes, armamentos, chalecos antibala.
Anunció que por iniciativa del primer mandatario provincial se trabaja en el anteproyecto para que el año venidero la formación policial sea de excelencia -transformación total de la Escuela Superior de Policía para convertirla en un instituto universitario-, tanto del personal subalterno como de los oficiales. También, dijo, es una iniciativa del gobernador que en el terreno que la fuerza tiene en la localidad de Profundidad se inicien las obras para que allí se instale el GOE y tenga en ese espacio su base de operaciones. Se proyecta, además, transformar ese predio en un lugar para el entrenamiento.
El ministro de Gobierno envió saludos a toda la familia policial y un agradecimiento especial a aquellos hombres y mujeres que diariamente están dispuestos a sacrificar lo más preciado que tienen por la sociedad misionera. Hizo extensivas las palabras a los jefes de las distintas áreas que pasaron por la fuerza y que con su tránsito lograron poner su granito de arena para tener la policía que hoy tenemos.
El jefe de la Policía de Misiones, comisario general Manuel Mártires Céspedes, confió en declaraciones a LT 17 Radio Provincia que en Misiones se hallan en funcionamiento 148 comisarías situadas en distintos municipios y parajes; once direcciones generales y trece unidades regionales que desarrollan las actividades netamente operativas.
Un poco de historia
El primer cuerpo militar-policial fue creado para brindar seguridad a los habitantes de Misiones, y controlar el robo de la yerba mate. El 8 de mayo de 1856, surgió un instrumento legal-decreto: Creando una jefatura Militar en Misiones, para la Policía y protección de los yerbales.
Para ello se asignó al sargento Lino Martínez perteneciente al Régimen 3 de línea, con asiento en Siete Puntas, quien partió desde Corrientes con un grupo de hombres de a caballo para recorrer los inciertos caminos hacia Misiones.
Después de varios días y de vivir diversos sucesos, culminó el viaje a poca distancia del río Uruguay, en un paraje llamado San Javier, donde se fundó la primera Jefatura de Policía de Misiones. Era un rancho de madera con compartimientos de adobe, techo de paja, que albergaba a unas 30 personas, entre policías y familiares. A los pocos días comenzaron a distribuirse.
La mitad de los uniformados se estableció en esa comisaría y los demás en distintos destacamentos de la región. Esa presencia en casi todo el territorio permitió llevar seguridad e impartir justicia en los lugares donde eran requeridos, vistiendo el uniforme característico: oficiales con chaquetilla azul marino en paño, sin cuello, doble hilera de botones dorados, pantalones semi-bombacha azul, casquete medio cono, botas caño largo, cinturón ancho de cuero negro, pistola y porta sable; y agentes, chaquetilla corta tipo campera con cuello, gris claro, al igual que el casquete, bombacha, ceñida a los pies hasta la rodilla por polaina de cuero que cubría las alpargatas, sujetaban a la bombacha con una rastra o cinturón bien ancho. En invierno, un poncho verde petróleo los cubría hasta las rodillas.
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