En las provincias, como en los municipios, no ocultan la preocupación que trajo el anuncio del próximo acuerdo con el FMI por las consecuencias que tendrá en materia de obras públicas.
Fue el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne que encabeza las negociaciones en Washington (EEUU) con el Fondo, quien anunció el recorte de $30.000 millones aproximadamente en obras de distintos organismos.
Los únicos que se aseguraron que no se suspenderán las ya comenzadas en sus territorios son Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad de Buenos Aires) y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Sin dudas, los más preocupados son los aliados a Cambiemos en el Congreso que ofrecieron el voto de sus diputados y senadores para conseguir un tratamiento diferenciado de la Nación en materia de inversión pública.
Sin ir más lejos, en Puerto Iguazú y no hace mucho tiempo o en Resistencia (Chaco) al día siguiente, el presidente Mauricio Macri se comprometió a la realización de un plan de obras para la ciudad de las Cataratas como puerta de ingreso al país y en el Norte dentro del Plan Belgrano.
Pero, en la situación de crisis que tiene Argentina por estos días, nadie tiene precisión sobre si Macri honrará los compromisos asumidos durante lo que va de su mandato en cada provincia argentina.
El Gobierno, a través de los medios de comunicación porteños, mandó un mensaje que se analiza con discreción: Ninguna obra en marcha estará alcanzada por el recorte. En ese contexto, hasta se explicó que se espera la puesta en marcha de las obras bajo el programa de participación privada y pública, donde gran parte de los fondos son de las empresas interesadas en invertir.
¿Seguirán interesadas en hacerlo después de las novedades de esta semana?
Solo el tiempo podrá traer un poco más de claridad.
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