Los compradores deben cerciorarse que la documentación esté en regla y efectuar la transferencia en Prefectura. El trámite es rápido y en dos semanas el propietario ya cuenta con el cambio.
Para que el sueño de llegar a la soñada lancha no se convierta en una pesadilla, los amigos pescadores deberán estar atentos a las recomendaciones que realizan desde la Prefectura Naval, institución encargada del registro y transferencia de embarcaciones y motores fuera de borda.
Como se trata de una inversión más que importante -en náutica casi todos los precios están dolarizados- es bueno prestar mucha atención al estado en general de la lancha, traker o semirrígido que vayamos a comprar. Muchos pescadores sólo se concentran en verificar el estado del casco y del motor, pero no hay que dejar de lado la documentación y eventuales deudas por matrícula que el propietario pueda tener, sobre todo si la transacción se realizará entre particulares. El no pago de la matricula puede derivar en una prohibición de navegar de la embarcación.
Desde la Prefectura de Posadas, donde funciona una sección de Polinave, encargada de todas las transferencias, recomendaron que los compradores recurran a la fuerza para asesorarse -atienden de lunes a viernes de 7 a 13 y de 17 a 19- y así evitar contratiempos.
Las operaciones de trasferencias se realizan exclusivamente en la Prefectura y el vendedor debe concurrir con el certificado de matrícula original y si tiene, también la constancia de matrícula. En caso de haberla extraviado, deberá realizar una exposición ante la Policía. Por su parte, el comprador debe concurrir con su documento de identidad, una boleta de servicio público y constancia de CUIT o CUIL.
Uno de los requisitos para poder realizar el traspaso de la titularidad es que la lancha no tenga deudas de matrícula o algún tipo de inhibición.
Las partes involucradas en la operación deben ir hasta la Prefectura con la embarcación para que un inspector pueda constatar que los números de la matrícula coincidan.
El trámite, que tiene un costo aproximado de 2.000 pesos, es inmediato y el comprador sale de la Prefectura con un certificado provisorio que le permitirá usar la embarcación durante dos meses, aunque es muy probable que ya cuente con la documentación definitiva en un lapso de dos semanas.
Desde la fuerza aportaron otro dato: las embarcaciones que son impulsadas por motores menores a 40 HP pueden no tener asentado en la matrícula los datos del fuera de borda. En ese caso, el propietario deberá tener siempre a mano la factura de compra para evitar contratiempos ante un eventual control.
Para las embarcaciones de mayor porte, que son inscriptas con matrícula REY, la operación es un poco diferente, ya que los formularios de transferencia deben ser firmados en una escribanía y certificados posteriormente ante el Colegio de Escribanos. Esos formularios pueden ser hallados en la página web de la Prefectura, detallaron desde la sección Polinave.
El sitio www.sentilapesca.com.ar, también realiza otras advertencias. En las embarcaciones usadas, dependiendo la antigüedad y tamaño, se deberá tener cuidado a las posibles modificaciones que puedan haber sufrido a lo largo de los años, ya que pudieron haber sufrido modificaciones en eslora, distribuciones internas, motores, etc.
En general, estos tipos de cambios no son informados en su momento a la Prefectura, y por ende no están asentados en el certificado de matrícula original. Esto causa que cuando uno efectué la inspección técnica por la transferencia con el inspector no coincidan algunos datos de la embarcación con los declarados en la matrícula original, generando complicaciones al nuevo propietario.
Si la embarcación proviene de alguna provincia donde Prefectura no tiene jurisdicción -caso Córdoba- o de Buenos Aires, es necesario extremar los controles para evitar encontrarse con deudas por impuestos provinciales.
Discussion about this post