El encarecimiento del dólar, que estaba alrededor de 20 pesos a finales de abril y se estacionó arriba de los 23 pesos, desencadenó una serie de aumentos en casi todos los rubros que impactarán en el bolsillo de la gente más temprano que tarde. Turismo
Algunas agencias de viajes aseguran que durante las últimas dos semanas mermó el ritmo de consultas y que la muy alta volatilidad que viene mostrando la divisa impulsó a muchos consumidores a posponer la contratación de paquetes. Y la consecuencia es clara: comprar un paquete en dólares resulta más caro para el que paga en pesos.
El hecho de que el billete verde haya escalado hasta los $23 sumó un fuerte motivo de preocupación entre empresarios del sector. Es que implicó un avance del 12% en apenas un mes y un repunte nada menos que del 47% respecto del año pasado, varios puntos por encima de la última actualización salarial.
Vehículos 0Km
En las últimas dos semanas, los modelos masivos se encarecieron hasta un 6,5%, mientras que los premium, que están atados a la divisa, aumentaron hasta un 10%. La volatilidad afectó el ánimo de los compradores, en tanto que en los concesionarios hay incertidumbre por el futuro valor de reposición.
Ocurre justo cuando viene de cerrar el mejor cuatrimestre de la historia -con más de 352.000 unidades vendidas, un 18% más que en igual período de 2017.
Los modelos de marcas generalistas ya pasaron las nuevas listas con ajustes de entre el 1,5% y el 4,5%, si bien hay casos muy puntuales con incrementos del 6,5%. Claro que en el mercado consideran que ésta es apenas la primera tanda de subas. En cuanto se supere la volatilidad y se defina el nuevo piso para el billete verde, se definirá el resto de los ajustes.
Nuestros costos están muy atados a la evolución del dólar. Un peso más devaluado nos pone en una situación compleja, reconoció Luis Pérez Gamboa, presidente de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) y de Renault. Indiscutiblemente, la suba del dólar va a impactar en los precios del mercado, agregó.
Entre las premium hay preocupación. En este caso, el ajuste es inmediato. Son modelos que habían logrado volver a crecer en ventas en los últimos meses, de la mano de la apertura de las importaciones y lo que hasta hace poco fue la estabilidad del dólar.
El temor también llegó a los concesionarios: por un lado, confirmaron que bajó el ritmo de consultas, algo que sucede cada vez que la divisa entra en un terreno de volatilidad, especialmente entre las marcas premium. En paralelo, les preocupa que desconocen el valor de reposición que tendrán -en cuestión de días- las unidades que hoy tienen en stock.
Alimentos más caros
La devaluación le puso mayor presión a un mes que, de por sí, venía muy complicado, al menos en el rubro alimenticio. Antes de la corrida del jueves 3 de mayo algunas fábricas ya estaban enviando a sus clientes -cadenas de supermercados mayoristas y minoristas- nuevas listas de precios con ajustes de hasta un 8%. Después de esa semana, donde el dólar se estabilizó arriba de los 22 y muy cerca de los 23, algunas empresas volvieron a remarcar. Otras fueron más allá y prefirieron resguardarse cuidando sus stocks: directamente dejaron de vender.
En el caso de los productos enlatados importados (las latas vienen de Brasil, Chile, México, Canadá, España, Italia, Tailandia y hasta de Siria), las encargadas de vender estos artículos prefieren encanutarlos hasta nuevo aviso.
En el caso de las galletitas -uno de los rubros más dinámicos y también de mayor variedad-, los ajustes de la última semana llegaron a ser de entre 10% y 14%.
En los aceites también hubo fuertes retoques, repartidos en dos tandas: uno anunciado a fin de abril, del 6% promedio, y una segunda vuelta de entre 11% y 13%.
Por su parte, algunas de las arroceras más importantes han refrendado alzas del 8% en promedio, informó Iprofesional.
Los alimentos forman parte del grupo de artículos cuyos precios más vienen trepando.
A lo largo de 2017 lo hicieron 20,7% en promedio, cuatro puntos menos que el nivel general, que se vio impactado por el reajuste de las tarifas. Este año, el escenario empeoró, al menos en el primer cuatrimestre: el alza ha sido del 6,7%, a la par que el nivel general, también influenciado por los fuertes retoques en luz y gas.
Viviendas más caras
El mercado del ladrillo también sufre la volatilidad cambiaria. Muchas personas que estaban a punto de escriturar ahora se encuentran con que el préstamo no les alcanza para adquirir la misma cantidad de billetes verdes.
Sucede que el tiempo que transcurre entre que se comienzan los trámites bancarios y se concreta la operación es demasiado prolongado. En ese ínterin puede pasar cualquier cosa, más aún en el actual contexto económico.
Si un potencial comprador acordó con el banco al inicio de febrero un crédito por $2 millones, al cambio de aquel entonces le equivalía a u$s98.200. Pero, si recibió ese dinero el 3 de mayo, en plena efervescencia cambiaria, le significaron u$s85.800.
Es decir, su poder de compra en moneda dura cayó u$s13.000 (cerca de 280 mil pesos), un 15% menos en tres meses.
Siguiendo el ejemplo anterior de un crédito UVA por $2 millones, y tomando como parámetro esos 45 días, también surgen diferencias entre el monto a fines de marzo, el tipo de cambio se ubicaba en torno de los $20,95, el tomador del crédito escribía u$s95.400. Pero si esa misma operación la hubiera cerrado el 3 de mayo, esa cifra cae a u$s85.800. Es decir, se le habrían evaporado u$s10 mil respecto a lo acordado.
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