La Cámara Federal de Apelaciones le negó al acusado de 51 años la excarcelación y la prisión domiciliaria. Enfrenta un juicio por matar a golpes a un compañero de tragos. La Cámara Federal de Apelaciones de Posadas rechazó sendos pedidos de prisión domiciliaria y excarcelación, solicitados por la defensa de un misionero con pedido de extradición de la Justicia brasileña por un homicidio cometido hace siete años.
Los recursos fueron presentados previamente a María Verónica Skanata, magistrada subrogante del Juzgado Federal de Posadas, donde fueron rechazados. Ante esa negativa, el defensor del acusado elevó el requerimiento a la Cámara. Pero el cuerpo de camaristas también lo desestimó.
Los jueces consideraron que no podían hacer lugar al pedido de prisión domiciliaria y menos al de la excarcelación. Apuntaron al riesgo procesal, ya que en principio el hombre había permanecido prófugo durante varios años por el crimen del que se lo acusa.
El acusado mostró una conducta evasiva ante la Justicia. Inclusive debió librarse una orden de captura internacional en su contra.
Ello se configuraba como un concreto indicador de fuga de gran envergadura, por el que los jueces resolvieron no hacer lugar a la solicitud de la defensa.
En ese sentido, como pesa sobre el imputado un pedido de extradición de la Justicia de Brasil, de otorgársele la detención domiciliaria, se ratifica el riesgo de fuga.
El defensor intentó por todos los frentes. Pidió además que fuera tenido en cuenta que su permanencia en la cárcel impedía un adecuado tratamiento médico.
Lejos estuvo de conmover a la jueza federal ese detallado planteo y en ese mismo tenor también fue negado por los jueces de Cámara. Máxime cuando la institución penal cuenta con asistencia de profesionales, explicaron en la resolución.
Detención
El sospechoso fue atrapado en la localidad bonaerense de González Catán, partido de La Matanza, en octubre de 2016.
Fue detenido por agentes de la división Investigación Federal de Fugitivos, departamento INTERPOL de la Policía Federal.
Era buscado por haber matado a un hombre en Porto Vera Cruz (Brasil), frente a la localidad misionera de Panambí, tras haberlo golpeado con una piedra en la cabeza.
Cuando las autoridades brasileñas solicitaron la Circular Roja a INTERPOL, los efectivos federales detectaron que el prófugo se encontraba en Posadas. Lograron acercarse a su entorno, saber dónde residía. Sin embargo, al enterarse de que lo buscaban, el misionero dejó la provincia.
La línea investigativa lo detectó nuevamente a través de sus familiares. Con escuchas judiciales a las líneas de teléfono de sus parientes, pudieron determinar que se encontraba en la provincia de Buenos Aires. Finalmente accedieron así a la línea de teléfono que el prófugo utilizaba, de manera que su detención fue inminente.
A la espera del juicio de extradición, el misionero seguirá alojado en Candelaria, en una celda de la Unidad Penal 17 del Servicio Penitenciario Federal.
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