El dar a otros más valor que a cuidarnos a nosotros mismos nos genera una desorganización. Atendemos las prioridades.Buen día. Hoy quiero transmitirles ante todo una inquietud que se me presenta a diario y decidí hacer una mini encuesta en mi entorno y en el consultorio: ¿Con qué estamos realmente comprometidos en nuestra vida? Es una pregunta que muchos podrán rapidamente responder:
Con mi trabajo
Con mi familia
Mi religion
Mis hijos
Mi esposo
Con mi profesión
Otros
Algunos no saben qué responder y marcan otros, pero no especifican en qué. Cuando desdoblamos la pregunta y les pregunto ¿Cómo lo manifiestan? Por ejemplo, a sus hijos. La gran mayoría nombró acciones materiales como: mantenerlos, comprarles gustos, llevarlos y traerlos, etc.
Entonces relaciono esto con las molestias por las cuales consultan a un médico: gastritis, dolores articulares, colon irritable… Casi todas patologías que denotan ansiedad.
El factor común es la ansiedad, pero lo que quiero remarcar es que la gran mayoría no se nombra como prioridad.
Todos corriendo atrás del tiempo, hasta los fines de semana en que por compromisos estamos con gente que no nos agrada estar, pero lo hacemos como rutina o por sentirnos obligados a hacerlo.
Por eso hoy quiero compartir esta reflexión que tanto influye en nuestra salud física. El dar a otros más valor que a cuidarnos a nosotros mismos nos genera una desorganización tal que, las hormonas reguladoras se afectan y caemos en patologías diversas. Organizar nuestras prioridades es detenernos a pensar y enfocar nuestro accionar en escuchar nuestro cuerpo.
Sugiero que un día a la semana traten de liberarse del celular en primer lugar, concentrarse en ver a su alrededor y disfrutarlo.
Cada vez más personas consultan por gastritis y dolores articulares, ambas patologías que vienen de la mano de la ansiedad.
Realizar respiraciones sostenidas, elongación y algo de relajación mental a diario nos da la flexibilidad que tanto necesitamos.
La columna contracturada es motivo de procesos de digestión alterada, elongar a través de la respiración antes de ingerir algun alimento. Consumir infusiones tibias y no frías ayuda a relajar el estómago. Permitamos que nuestra prioridad sea nuestro bienestar fisico y mental.
Agradecer por nuestro alimento y consumirlo de manera simple, sin mayores elaboraciones, relajados con unos ejercicios respiratorios, infusiones tibias y buena predisposición son el mejor remedio para este proceso inflamatorio.
No nos olvidemos de honrarnos para ser lo mejor y brindarnos de nuestra mayor riqueza nosotros mismos y no los bienes materiales que podemos ofrecer.
Hay un versículo bíblico que nos dice: El corazón alegre hermosea el rostro.
Si nuestra prioridad son nuestros hijos, el mejor regalo somos nosotros como seres humanos más allá de cualquier regalo. Los invito a replantease sus prioridades y disfrutarlas hoy.
Colabora
Marcela Campias
Médica. Clínica.
Especialista en Medicina Orthomolecular. CIMO
Av. Tambor de Tacuarí 3328
Tel: 0376 4423184-
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