Martín Olivera (39) está acusado de homicidio calificado por la alevosía. El crimen de Juan Pablo Espíndola (56) tuvo lugar en el kilómetro 2 de Eldorado, en agosto de 2014. Desde el próximo lunes, el Tribunal Penal 1 de Eldorado llevará adelante un juicio que tiene por carátula la figura de homicidio calificado por alevosía, contra un hombre acusado de ultimar de trece machetazos a quien en vida fuera Juan Pablo Espíndola (56).
El hecho ocurrió el viernes 15 de agosto de 2014, en inmediaciones del kilómetro 2 de la avenida San Martín de esa localidad. Era el mediodía del viernes y la víctima, pensionado, se juntó con otras tres personas a compartir alrededor de una parrilla. Por causas que serán desmenuzadas en el debate, horas después Espíndola fue atacado a machetazos por al menos uno de sus compañeros.
A las 11.30 del sábado, la persona que le alquilaba la habitación lo encontró muerto y llamó a la policía. Efectivos de la comisaría Segunda, dependiente de la Unidad Regional III, se dirigieron a la vivienda ubicada en la intersección de las calles Leoncio Acuña y Concepción de la Sierra. Efectivamente constataron que el hombre se encontraba sin vida y con signos de haber sufrido una muerte violenta.
A la escena llegaron agentes de la División Criminalística para iniciar las pericias. El médico policial constató que el infortunado estaba recostado entre la pared de la habitación y la mesita de luz, en medio de un charco de sangre.
Presentaba varios cortes de arma blanca. Uno de ellos iba prácticamente de oreja a oreja, el cual provocó que su rostro quedara desfigurado. Además presentaba lesiones en el tórax, el cuello y las manos. Estas últimas daban cuenta que Espíndola intentó defenderse del filoso machete con el que acabaron con su vida. Las primeras investigaciones determinaron que probablemente se encontraba durmiendo cuando fue sorprendido por extraños que ingresaron a su pieza para matarlo. La posterior autopsia determinó que tenía 13 cortes, uno de los cuales penetró hasta seccionarle un pulmón.
Los testimonios de los vecinos apuntaron a un sospechoso, Martín Nicolás Olivera (39), quien era conocido de la víctima. Poco tiempo después la policía encontró al presunto responsable oculto en un pastizal del barrio Tareferos. Cuando era esposado le dijo a los efectivos: No era yo en ese momento, no sé qué pasó, pero ya está… No iba a matarle al viejo, pero me pasé.
La pesquisa posterior determinó que después de comer el asado con Espíndola, el supuesto asesino y otro de los comensales se dirigieron a la casa del hijo de la victima, donde siguieron con una ronda de tragos. En un determinado momento se desató una discusión y Olivera fue echado del lugar. Enojado por la situación, y en lo que habría sido una venganza contra su hijo, llegó a la pieza y macheteó hasta la muerte a Espíndola.
Desde entonces, el principal sospechoso permanece alojado en la Unidad Penal III del Servicio Penitenciario Provincial, la cárcel de Eldorado. El próximo lunes, ya en el banquillo de los acusados, enfrentará una condena que puede llegar hasta la prisión perpetua, es decir, 35 años, en caso de que los jueces lo encuentren responsable.
Discussion about this post