APÓSTOLES. Existe una relación única entre los animales y los niños, sabido es ya que el vínculo especial que se crea entre ellos acarrea importantes beneficios mutuos. La conexión de Chochi fue mucho más allá de su ama, llegó al grado y a toda la comunidad de la Escuela 638 de la Capital de la Yerba Mate, donde hasta hace unos pocos meses y durante casi dos años la mascota de una alumna era parte de cada juego de los recreos, incluso en la ronda de los niños se tomaba de las manos como uno más. Además, hacía la fila hacia las aulas, compartía los actos y era casi un estudiante más decían las maestras y directivos.
La directora del establecimiento, María Pereyra, confió que es el perrito de una alumna que ya está en tercer grado, siempre estaba acá hasta hace poco tiempo. Muy mimoso, se dejaba a acariciar por los alumnos. Pasaba el día, la jornada completa que tenemos en la escuela.
Es un perro mediano, me llamó la atención por lo de buenito, yo tengo afinidad a los perros por eso tengo total aceptación. Fue muy querido por los maestros y los compañeritos, añadió.
Y recordó que nos acompañaba en el izamiento de la bandera, en la fila hacia el aula, durante los actos. Era fiel a su dueña y a la institución, porque es parte nuestra.
La maestra, María López, por su parte, reconoció guardar muy lindos recuerdos porque era una cosa de todos los días. Un perro muy educado, esperaba siempre al lado de la dueña. Permanecía al lado de su mesa hasta que el toque de la campana y una vez en el patio jugaba con los chicos.
Almorzaba, tenía su mantita. Era muy tierno, aguardaba el recreo para jugar a la ronda, parecía especial ese juego para ellos. Nos asombraba el amor que tenía con los chicos, apuntó.
Chochi responde a Ailen, quien memoró las jornadas de clases, los recreos y, por supuesto, las rondas. Dormía en la escuela también. Mis compañeros ya lo extrañan. Ahora está en casa, ya no sale, confió.
Con base científica
La Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente (AACAP por sus siglas en inglés) afirma que el alcance de la relación entre niños y animales puede ir mucho más allá si se la estimula: las mascotas son parte de la vida de los niños.
La participación de los padres, la discusión abierta y la planificación son generalmente necesarias para que la experiencia de tener un animal doméstico sea positiva para todos. Un niño que aprende a cuidar a un animal y a tratarlo con cariño y con paciencia adquiere un aprendizaje para relacionarse con las personas.
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