El Fiscal de Instrucción de Puerto Iguazú pidió que el caso vaya a debate. El imputado integra una comunidad guaraní de Andresito. El delito fue denunciado el 22 de febrero. Bajo amenazas de muerte el sospechoso habría obligado a su víctima a mantener la boca cerrada.A casi tres meses de haber sido denunciado, un integrante de la comunidad guaraní de Comandante Andresito quedó a un paso de ser juzgado por abusar sexualmente de una niña de nueve años, hija de su concubina.
Tal como lo publicara PRIMERA EDICIÓN, al sospechoso le dictaron la prisión preventiva durante los primeros días de abril y, en las últimas horas, fuentes exclusivas confirmaron que el fiscal de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Horacio Gabriel Paniagua firmó su solicitud de que el expediente sea llevado a debate oral y público.
De acuerdo a la reconstrucción de los sucedido y denunciado por la madre de la víctima, los abusos se produjeron en la aldea guaraní Kaaguy Porá en jurisdicción de Comandante Andresito.
Allí un joven de 28 años miembro de la comunidad fue aprehendido y vinculado de manera directa como autor de al menos tres hechos de abuso sexual cometidos contra la niña de 9 años.
La presentación policial sobre lo sucedido se concretó el 22 de febrero y a las pocas horas fue detenido el sospechoso por orden del juez de Instrucción 3, Martín Brites.
El mismo magistrado le dictó la prisión preventiva el lunes 9 de abril bajo la imputación formal de autor abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia.
Denuncia materna
El hecho fue llevado a la Justicia penal, luego que la madre de la niña despertara y la observara desnuda aterrorizada a corta distancia de su pareja quien también se encontraba sin prendas de vestir y completamente dormido.
El presunto abusador negó que haya tocado a su hijastra, pero la situación y la reacción de la mujer favorecieron para que la niña confesara lo que habría comenzado a sufrir una semana antes y que no podía contarlo por temor a que le quitara la vida, según las amenazas que la habría proferido.
Las pericias judiciales abonaron la hipótesis del brutal suceso de reiterados ultrajes y sendas advertencias de muerte para que la pequeña guardara silencio, principalmente frente a su madre.
El juez Brites, tras los primeros estudios clínicos y confirmaciones de un caso de abuso sexual y el relato de la menor brindado en Cámara Gesell, ordenó la captura del hombre de 28 años con quien convivía en una precaria casa en la comunidad mencionada.
Según otras fuentes que tomaron contacto con este Diario, el contexto de pobreza de la aldea sería abrumador y favoreció en todo momento para que el supuesto abusador concretara sus macabras intenciones. Cabe recordar que, tanto la menor como su madre, fueron contenidas y hoy están a resguardo.
De no mediar un recurso de apelación a lo solicitado por la defensa del imputado, el caso pasaría rápidamente al Tribunal Penal 1 de Eldorado para debate.
Discussion about this post