El renovador Gaspar Dudek asumió la intendencia de Cerro Azul en diciembre de 2015. A nivel nacional, Mauricio Macri se hizo cargo, paralelamente, de la presidencia argentina. Hoy, el alcalde misionero decidió que tanto él como su Gabinete tengan un recorte del 25% en sus haberes, con adhesión del Concejo Deliberante de Cerro Azul.
En Buenos Aires, aunque lo disimula, Mauricio Macri deberá pensar cómo hacer para ajustar el gasto público (incluidos los haberes, cantidad de Ministerios y organismos, gastos corrientes, obra pública, etc) apenas acuerde con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al que acudió para pedir un urgente blindaje financiero para hacerle frente a los mercados.
Aunque les cueste admitirlo, hasta los gobernadores saben que el efecto FMI llegará a las jurisdicciones provinciales de diferentes maneras (menos giros por fuera de la coparticipación, la baja de ésta por menos contribuyentes pagando impuestos, menor obra pública financiada por la Nación, etc).
Es más, no son pocos los funcionarios de Hacienda provinciales que hoy miran el almanaque para recibir la noticia de que el Acuerdo Fiscal sancionado por el Congreso naufragó en el mar de las buenas intenciones de un país que alguna vez quiso ser previsible.
En Misiones, el efecto Dudek desató posiciones encontradas entre los intendentes que comenzaron a ver el ajuste en las recaudaciones por lo cual piensan en imitar a su par de Cerro Azul. Y los que consideran que una medida de ese tipo provocaría problemas internos en las administraciones con la consecuente pérdida de colaboradores que se dedicarían a otras labores frente a un recorte de sus haberes.
Esta situación conocida días pasados muestra apenas un ensayo de la economía que se viene. Con 1.200 kilómetros de distancia de diferencia, Dudek y Macri saben que el ajuste se torna necesario en un Estado deficitario que no puede hacer frente a tantos gastos como los actuales.
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