Fue en el marco del Iguazú en Concierto. Las preparaciones, diseñadas especialmente para la ocasión por tres chefs, tuvieron como base dos ingredientes fundamentales: las tacuaras y los hongos. Con la intención de potenciar el turismo gastronómico, pero poniendo la mirada en el cuidado de la biodiversidad, se presentó en Iguazú el Menú Misionero de la Biodiversidad, un proyecto en el que convergen el sector público, a través de instituciones y organismos vinculados al cuidado del medio ambiente, con productores del interior de la provincia. Se recurrió a distintos actores para comenzar a hacer un trabajo en conjunto, utilizando los recursos del monte con conciencia.
Con preparaciones diseñadas especialmente para la ocasión, el menú que presentaron los chefs Julio Salina, Juan Rodríguez y Juan Martín Pace, tiene como base dos ingredientes fundamentales: las tacuaras y los hongos. Se hizo en el marco del Iguazú en Concierto y teniendo en cuenta la fecha patria pero, además, porque una de las instituciones involucradas, el Instituto Misionero de la Biodiversidad (IMiBio) tiene su sede en la localidad.
Cristina Stevenson, es licenciada en Turismo y coordinadora de Selva Adentro, explicó que lo que busca el proyecto es lograr la fusión entre la producción gastronómica y las diversas instituciones que están trabajando en el tema de la biodiversidad en Misiones. Multiplicar el trabajo de cada una de las productoras del interior de la provincia con cada una de las instituciones vinculadas a la biodiversidad en un menú misionero, indicó. Para lograrlo convocaron a los técnicos del proyecto USUBI (Uso Sustentable de la Biodiversidad), que depende del Ministerio de Medio Ambiente de la Nación; el IMiBio, Selva Adentro y Cocina Misionera (COMÍ).
Para la presentación viajaron hasta Iguazú productoras de la Cooperativa Nueva Esperanza de San Pedro y de Mujeres Soñadoras de Aristóbulo del Valle, que trajeron sus productos emblemas y explicaron cómo los producen. Mientras los cocineros contaron como los utilizaron en los platos que prepararon.
Queremos destacar el trabajo que hicieron todos los actores involucrados pero, sobre todo, el de las mujeres productoras de toda la provincia que trabajan con estos productos y el cuidado que tienen, más la capacidad del Estado para brindarles las herramientas para utilizarlos sin dañar el medio ambiente, apuntó Stevenson.
El cocinero Julio Salina, fue uno de los que presentó el menú de cinco pasos, y opinó que la identidad de la cocina misionera ya está muy arraigada y que el bambú y los hongos vienen a sustentarla. Ya hay una gran corriente de cocineros que está ayudando para que esa identidad se afiance y las nuevas generaciones están absorbiendo todos esos conocimientos, dijo.
Los cincos pasos que tuvieron como base principal esos dos recursos propios de la provincia, aportaron lo suyo: los hongos, con su sabor y aroma que resultan preponderantes, por lo que los cocineros tienen que buscar el equilibrio en las preparaciones para que no tapen a los otros ingredientes.
Con respecto al bambú, Julio indicó que la nueva generación de cocineros misioneros está incursionando en la preparación de este producto, que se ha convertido en el palmito de esta parte de la Argentina. Se utiliza el primer brote que se extrae retirando la primera capa, se lo hierve para ablandarlo y luego se le agrega vinagre. Se lo puede dejar en conserva, hasta por dos años, explicó.
Focaccia de bambú y crema de hongos, relleno de empanada, crema de bambú, ravioles de hongos rellenos de pacú y chutney de bambú, fueron algunos de los platos que el público pudo degustar.
Propiedades de los productos
Florencia Orlando es licenciada en Nutrición y explicó las propiedades del menú de la biodiversidad: incorpora grupos de alimentos a los cuales no estamos muy acostumbrados en lo cotidiano, como las tacuaras, de las que hay muchas variedades en el mundo y algunas son comestibles. Muy poco se conoce y se incorpora (menos del 3% del total) y en general el consumo está más asociado a las poblaciones que viven en zonas rurales. Es una innovación para la cocina y todo un desafío que los chefs lo hayan incorporado, indicó.
La tacuara es una gramínea, es un pasto pero uno de los más altos que puede llegar a los 30 metros de altura. En Misiones tenemos variedades comestibles y la forma en la que se ve mayormente es en conservas. Las tacuaras se colectan en cierta época del año. Los brotes más nuevitos, que tienen unos 30 centímetros, se pueden hacer en conservas, comerlos frescos o incorporados a sopas y ensaladas, son muy versátiles.
En cuanto a las propiedades nutricionales, el 80% es agua pero, además, es un alimento remineralizante que tiene potasio, sodio, magnesio, cilicio
todos minerales que tienen funciones antioxidantes y que tienen funciones muy vitales, porque con el avance de la comida industrializada se perdió el aporte de minerales.
La idea es poder instalarlo como un producto del monte que pueda ser incorporado a las comidas de muchas personas, porque además cualquiera podría tener un mini tacuaral en su casa para disponer del recurso, dijo.
En tanto que, el de los hongos es un mundo que se conoce más y en Misiones hay varias especies comestibles. Lo que más sabemos es que es un alimento que tiene muchos aminoácidos, por lo tanto es fuente de proteína para el cuerpo, y tiene muchas sustancias bioactivas que ayudan a fortalecer el sistema inmunitario en el cuerpo.
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