Llegó a la tierra colorada en 1932 y se ocupó de la salud de los suecos y la población en general. Su presencia fue fundamental en la historia de Oberá y el museo en la que fuera su casa refleja gran parte de esa historia.OBERÁ. Más de un siglo transcurrió, sin embargo aún continúa latente en la tierra colorada la audacia de los primeros inmigrantes, aquellos que en busca de un futuro para sus hijos supieron abrirse camino en la selva, enfrentar temibles animales, insoportables alimañas y el agobiante calor sin medir esfuerzos, no solo en el recuerdo de los descendientes, sino en su legado, obras que aún hoy sostienen de alguna u otra manera a la comunidad. Fueron los suecos quienes tomaron la Capital del Monte, por aquel entonces Yerbal Viejo, y fue Syster Sigrid una pieza fundamental en este pasado que significó la posibilidad de construir una ciudad sobre una base sólida, pues se ocupó de la salud de los habitantes, patrimonio intangible al que un museo en parte de la que fuera su vivienda permite zambullirse.
Desde este cálido rincón obereño, ubicado en la avenida Gobernador Barreyro 927, Leonardo Andersson recordó a Ko´ ape que los inmigrantes suecos llegaron a Yerbal Viejo en 1912 y, viendo la necesidad de una partera, porque muchas señoras en ese tiempo fallecían dando a luz, solicitaron a través de la iglesia sueca en el exterior una enfermera, así llegó Syster (enfermera) Sigrid, en 1932, para suplir un menester de la población en general, pues atendía a todos los que la requerían.
Fue una samaritana, recorría las picadas a caballo y atendía a los enfermos, no tenía días, ni horarios, su vida estuvo al servicio de los demás hasta finales de la década del 70, cuando se jubiló, apuntó Andersson. Y trajo a su memoria una de las tantas anécdotas que ella misma le relató, en una oportunidad un señor de tez morena la buscó porque su esposa estaba por dar a luz, a los pocos días regresó y en agradecimiento le obsequió una cajita de rubor, porque la había encontrado muy pálida, era muy blanca, vestía de blanco, con una cofia almidonada que la dejaba aún más blanca.
Tengo muy gratos recuerdos de ella porque, a pesar de la diferencia de edad, éramos amigos, yo pertenecía al grupo de jóvenes de la iglesia, después estuve en la Comisión Directiva, hasta hoy, entonces compartíamos gratos momentos, le gustaba que la visitaran, confió.
E hizo hincapié en que fue la cigüeña de la mayoría de los que nacimos luego de su llegada, yo soy uno de ellos, vine al mundo con su ayuda, salvó a muchas señoras que la requerían en los partos, a veces muy complicados, en los que eran necesarias cesáreas, o dar vuelta al niño, ella sabía hacerlo, era muy servicial. Syster Sigrid fue además mano derecha del doctor Bertoldi, médico pionero de la Zona Centro.
Quienes deseen recorrer el museo, deben solicitar la apertura de las puertas en la administración del colegio, Salta y Gobernador Barreyro.
Oberá en sus comienzos
En la década de 1890 un grupo de familias suecas abandonó el país natal en busca de nuevas oportunidades, tras varios días de viaje y sortear una serie de inconvenientes, se asentó en Porto Lucena, Brasil, donde comenzaron a trabajar tierras vírgenes, quebradas y con piedras, incapaces de producir. Finalmente, en 1902, resolvieron buscar nuevas latitudes, así fue que llegaron a Bonpland, donde el terreno no se presentó muy diferente, aunque allí escucharon hablar de la tierra roja, profunda, por lo que seis años después, cinco familias emprendieron viaje nuevamente.
Abriéndose camino llegaron a Yerbal Viejo, donde encontraron otra realidad, de allí se llevaron semillas de yerba mate silvestre y regresaron en 1913 a lo que actualmente se conoce como Villa Svea, con los plantines y decididos a salir adelante. Incluso en esta zona aún se conservan yerbales de 1914.
Creo que los suecos estamos bastante olvidados, fuimos pioneros, fueron los suecos quienes solicitaron la creación de una escuela para sus hijos, la 84, creada en 1918, vi registros que arrojan que el 95% de los alumnos era de apellido sueco; una estafeta de correos, una guarnición de la Policía, una biblioteca, la Biblioteca Popular Faustino Sarmiento, ya era un pueblo con futuro, después, vaya a saber por qué, se colocó la piedra fundacional en la plaza San Martín, en 1928, así que la gente se fue trasladando a esta Oberá que, de alguna manera, estaba avalada por el gobernador de aquel tiempo, remarcó Andersson.
E insistió con que en 1922 en Villa Svea existía la Escuela Sueca de Verano, los suecos venían con la idea de la cultura y la educación, que funcionó, recuerdo, hasta 1951, y en 1961 se creó el Instituto Carlos Linneo, con 23 chicos en Nivel Inicial, nunca imaginaron que hoy íbamos a tener cinco terciarios, creo que el sueño de los suecos se cumplió.
Syster Sigrid y falleció en 1957. Actualmente sus cenizas descansan en el cementerio Sueco, junto a los restos de su esposo, Hyalmar Holmström, a quien conoció en la tierra colorada.
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