Llenas de amor y siempre en busca de nuevas herramientas, como la Asociación de Maestras Jardineras de Oberá y Zona Centro. Ya lo dijo Pipo Pescador: Tenés alma de actriz y energía de cachorro de león. Maestras jardineras, seres llenos de luz, que acarrean cartulinas y colores, témperas y cintas, robando sonrisas, dejando el aire repleto de canciones, secando lagrimitas y llenándose de besos y caricias. Guardianas de la niñez, que celebran hoy su día, entre la magia de la imaginación y el destello de purpurinas.
Grande es el esfuerzo, pero la pasión va más allá de todo obstáculo. Maes que son un poquito mamás, que saben sanar dolorcitos de panza y caprichitos, dones que están exentos en toda currícula, que están el corazón y en la experiencia, práctica que comparten entre colegas, en grupos reducidos o muy grandes, como la Asociación de Maestras Jardineras de Oberá y la Zona Centro, que en pos de nuevas herramientas logró su personería jurídica y lleva adelante interesantes proyectos.
En el marco de la exposición que llevan a cabo en la Casa de la Cultura y el Bicentenario de la Capital del Monte, la presidenta de la Asociación, Daniela Meza, contó a PRIMERA EDICIÓN que en los doce años que llevan trabajando, una de las actividades que más repercusión adquirió es el Desfile de Minicarrozas, que involucra a la institución educativa, a los padres, tíos, abuelos y vecinos en general, que se suman a aportar a la confección de una pequeña carroza, según la temática escogida (este año es Aniversario de Oberá) y, por supuesto, a disfrutar del color que despliegan luego en el centro cívico de la ciudad.
El Congresito de Nivel Inicial es una propuesta única en Latinoamérica que se realiza en el Parque de las Naciones, en el que se presentan diferentes talleres para que los chicos y las maes participen. Esta iniciativa se sostiene a partir de actividades que concreta con la suma de voluntades, ya que no cuentan con una cuota societaria, obteniendo excelentes respuestas al punto que publicaron el libro El cuento que vos querías contar.
Este texto es una herramienta para todas las maestras jardineras de la provincia, es un libro generalizado, autóctono, para el que pretendimos imágenes y palabras que sean reconocidas por nuestros niños. Cuenta con la participación de los chicos, las maes y directoras, confió Meza y añadió que se repartió gratuitamente a todos los niveles iniciales de la provincia.
Además, llevan a cabo jornadas pedagógicas, la última en Panambí, con 1.500 docentes participantes, vinculadas a lo que solicitan las colegas a partir de encuestas.
Mae Lucy, el ángel de mamás futuras docentes
El placer, el orgullo más grande para mí es cuando las chicas reciben el título, ver que el sacrificio tuvo una recompensa y que miren a su hijo y le digan lo logramos, nosotros hoy somos esto, eso no te lo paga nadie, dijo Lucila García Da Rosa, el ángel de muchas chicas del Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) de Apóstoles, hoy un poquito alejada de las salitas, por un problema de salud, quien siendo directora del jardín de la Escuela Normal Mariano Moreno, Horneritos, vio la necesidad de muchas mamás que se lanzan a la aventura de estudiar llevando a sus pequeños de la mano y abrió las puertas de la institución a la única guardería nocturna gratuita de la región.
Es un proyecto que viene de hace mucho, el profesorado cumplió 25 años y en ese trayecto fui profesora, vi lo que pasaban las niñas que querían recibirse de maestras y tenían que llevar a cuestas a sus chiquitos porque no había quien los cuide, las chicas ponían empeño, los traían y te encontrabas con los pequeños deambulando o que debían salir de la clase a cada rato, porque los bebés se ponen inquietos, entonces se fue gestando en mí la idea de crear un espacio para que ellas puedan estar tranquilas, cursar y que sus niños estén atendidos, recordó la docente.
Durante mucho tiempo, García Da Rosa estuvo en el jardín durante los tres turnos, el de la noche, ad honórem, pues no había afectación de cargos. Cuando iniciamos el primer día (allá por 2014) salimos con Raquel (Smialkowski) contentas porque teníamos muchos niños y las mamás estaban contentas, le dije esto me mata de amor, creo que no voy a poder dejar la guardería jamás; porque es un lugar donde te conectás con los niños desde otra mirada, empezamos a trabajar, a hacer proyectos, porque no es solamente guardar a los niños, es atenderlos en todos los aspectos, en lo físico, psicológico, en potenciar sus posibilidades, memoró.
Fue un año bastante duro, porque se hizo muy difícil manejar los tres turnos, pero se pudo y con éxito. Para el segundo año una chica empezó a trabajar ad honorem y las mamás en una reunión decidieron colaborar para sus pasajes, hacíamos eventos, rifas y pudimos sostenerla un tiempo; al año siguiente empezamos a solicitar afectación de cargos, logramos que a mediados de julio viniera una vacante de otra escuela y en 2016 afectaron a una docente que no tenía alumnos en una escuelita de San José”; 2017 no fue diferente y actualmente trabajan con las mismas dificultades.
Cuatro años pasaron y muchas fueron las chicas que obtuvieron sus títulos gracias a un alma que supo mirar más allá, la mae Lucy.
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