San Ignacio y su pesadilla: Nación da por finalizada la abandonada red cloacal.Cuando se anunciaron más de 28 millones de pesos para una obra trascendental como es la de saneamiento en San Ignacio, el pueblo no dudó en elogiar tamaña decisión, al punto que muchos frentistas aguantaron meses de trabajos que les impidieron el normal desarrollo de sus actividades.
Corría 2009, cuando el ente nacional encargado de las obras de agua potable y cloacas decidió la inversión en Misiones en conjunto con el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS), bajo la conducción del clossista Mariano Grillo.
Nueve años después, con la obra completamente abandonada, la Provincia se encuentra con que ahora la Nación no la ayudará a finalizarla porque, para la administración central, está finalizada. No leyó mal: para la Nación, la ciudad de San Ignacio tiene las cloacas terminadas.
Esta irresponsabilidad de una gestión de la que están por pasar casi tres años salió a la luz porque el Concejo Deliberante de la turística comuna comenzó a indagar por qué semejante obra estaba congelada y nadie intervino para su finalización.
Al Deliberativo municipal se sumó la Legislatura provincial con un pedido de informes, tras el cual la bancada radical de Cambiemos, probablemente, presentaría una denuncia en la Justicia Federal, ya que se trata de recursos nacionales.
Mientras la política dirime sus relaciones institucionales, los vecinos de San Ignacio, que necesitan tener las cloacas en servicio, merecen respuestas ante tanto silencio en la Municipalidad local y en los estamentos partícipes de la iniciativa inconclusa.
Lamentablemente, el exgobernador Maurice Closs no se mostró muy proclive a la autocrítica después de haber habilitado un parque acuático sin terminar en Libertad, una aeropista en El Soberbio donde no llega ni sale un solo avión; y, como ahora se hizo público, una obra de cloacas que nunca se terminó pero que figura como finalizada.
Para el ahora senador nacional, no debe ser un problema una cloaca porque en su oficina porteña las tiene y en Posadas, donde suele pasar el mayor tiempo con la familia, también. Tal vez, cuando vuelva por San Ignacio, alguien se anime a preguntarle dónde quedaron los recursos y por qué nunca más se avanzó con la red cloacal.
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