El estudiante se llama Vittorio Manfredini, tiene 18 años y está hace diez meses en Misiones donde fue recibido en la casa de los Centofanti. Asiste a la Normal en la Capital del Trabajo. En julio regresa a su país.Río Saliceto es un municipio situado en la provincia de Reggio Emilia, en Emilia-Romaña (Italia). De allí proviene Vittorio Manfredini (18) quien está hace diez meses en Misiones mediante el programa de intercambio educativo y cultural de la ONG internacional AFS.
Aquí fue adoptado por los Centofanti, la familia anfitriona que le da vivienda, comida y también se encarga de ayudarlo a que cumpla con las expectativas del programa de la manera más plena posible. Sin embargo, en esto de los roles (estudiantes y benefactores), el componente humano es clave y, más que nada, forja vínculos que pueden perdurar toda la vida.
Ocurre que el aprendizaje del proyecto curricular, aunque es pieza importante del intercambio, pasa a segundo plano cuando priman las emociones, los vínculos y lazos que se forjan a partir del encuentro de culturas.
Carmen Martínez, docente y voluntaria de la organización en la Capital del Trabajo contó: Estamos trabajando hace dos años con la filial de Eldorado. En este tiempo hemos recibido a seis estudiantes: dos italianas, que estuvieron en la provincia once meses; dos tailandesas, una francesa y Vittorio, el adolescente italiano cuya estadía termina en julio próximo.
En la AFS cumplimos diferentes roles: están quienes reciben a los estudiantes extranjeros, las personas que se especializan para enviar los propios a otros países, el área de comunicación que se encarga de dar a conocer la actividad, especialmente en las redes sociales, un administrador de cuentas de los fondos, que no son significativos pero que requieren de transparencia, y a los consejeros, quienes estimulan y acompañan a los estudiantes en el transcurso de su estadía, detalló Martínez.
La finalidad de la organización es nada menos que la paz mundial mediante acciones que relacionen a personas de todo el mundo con expectativas de crear lazos de amistad y hermanad.
Es un gran desafío trabajar con adolescentes. Hay diferentes programas que se ponen en marcha según las duraciones: tres, seis, nueve y doce meses. El estudiante es quien decide por cuánto tiempo desea prolongar su experiencia, dijo la docente.
Para el movimiento de estudiantes necesitamos una familia anfitriona, que debe estar dispuesta a abrirse a otras realidades y culturas, y que se encarga de alojar y dar alimentos al viajero y enviarlo a la escuela, para lo cual también necesitamos una escuela anfitriona, dijo la voluntaria.
En Eldorado hay varias instituciones que lo hacen: la Escuela de Comercio ya recibió a tres estudiantes de intercambio (las dos italianas y a la tailandesa); lo mismo con la Escuela Normal que nos recibió con los brazos abiertos, contó la docente Martínez. Asimismo, por una decisión de la familia, la joven francesa concurrió al colegio San José. En Puerto Esperanza también se hospedó a una joven quien fue recibida en el instituto Los Lapachos, que hizo un convenio con AFS y fue becada.
Nuevos afectos
Daniela Fiorino de Centofanti, mamá de cuatro hijos y anfitriona de Vittorio relató su experiencia: Decidimos adoptar por once meses a un estudiante proveniente de Italia, Vittorio Manfredini. La verdad es que sentimos que él es parte de nuestra familia, tras haber compartido con nosotros estos diez meses.
Nos cuesta mucho pensar que se está por ir, entonces nos estamos preparando para ese momento (el intercambio concluye en un mes), pero en realidad sentimos que hemos adoptado un hijo para toda la vida, relató emocionada.
Las sensaciones de Vittorio son similares: A la familia que me recibió ya la considero como si fuera mía. Misiones es una provincia increíble. Nunca vi algo tan lindo en mi vida, a nivel natural. Las Cataratas, obviamente son maravillosas, y la tierra roja también los es. Todo me cautivó e hizo que esté muy agradecido de estar acá. Me encantó la experiencia, pienso en lo mucho que me aporta a nivel personal, refirió.
Sobre la ONG
El propósito de la organización es fundamentalmente educativo, pero una educación de un tipo muy particular, con metas preestablecidas igualmente particulares. La educación que promovemos es la que permite a la gente cambiar su perspectiva a través de una experiencia que los expone a otras culturas y a otras formas de pensar. Requiere de una postura activa hacia el aprendizaje o aprender por medio de la acción.
La invitación a sumarse a la experiencia, hospedando a un estudiante, viajando al exterior o trabajando como voluntario es abierta y solo se deben cumplir con los requisitos de registros obligatorios.
AFS es una organización internacional, de base voluntaria, sin fines de lucro ni afiliaciones partidarias, étnicas o religiosas, que promueve experiencias educativas internacionales en 80 países en todos los continentes.
Para conocer más acerca de esta misión se puede buscar en Facebook lo siguiente AFS Programas Interculturales Montecarlo.
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