Caro y Mauricio hace 12 años que están juntos. Hace dos años tomaron una decisión que para muchos podría ser la más difícil de tomar, sin embargo para ellos simplemente se trató de programar. Un día se dieron cuenta que querían conocer el mundo, y encontraron una manera muy particular de hacerlo. Ambos amantes del arte, recorren, por ahora el país, en una casa rodante, la cual hicieron su hogar, enseñando en los distintos lugares a los que llegan lo que saben hacer mejor, mosaiquismo, luminarias, y música.
Muchos al emprender una aventura así lo harían llevando en sus bolsillos el dinero suficiente. Ellos no, ellos se tenían el uno al otro, la casa rodante, y eso era suficiente. Lo que necesitan día a día se lo ganan con lo que le genera el taller móvil. A donde quieran que vayan, conocen personas, que quieren aprender de ellos, y así en un ida y vuelta, ellos subsisten y los demás aprenden.
Su primer destino fue Miramar, era cerca y allí vive la hermana de Caro. Era tomar impulso para animarse a más. Después tomaron la ruta 3 llegando hasta el sur, empezar a subir, y llegar en este momento a Misiones. Hace dos años que están viajando.
Caro es artista plástica, profesora de pintura, terminó sus estudios en el Instituto Superior Santa Ana en Buenos Aires. Además es Astróloga y Terapeuta Bioenergética.
Mauricio es músico percusionista, se especializa en instrumentos de la música popular Latinoamericana, cajón peruano, tumbadora, bombo legüero.
Ella enseña mosaiquismo y trancadís, mosaico veneciano y luminarias. El enseña Luthería, enseña a armar cajón peruano y bongó.
Viven en la casa rodante, viven del taller rodante, si quieren seguirlos en sus viajes los pueden encontrar en las redes sociales, busquen Escalera Caracol que es el nombre del taller. Pueden de esa manera viajar con ellos a donde quieran que vayan.
Son jóvenes aventureros y valientes, que decidieron vivir su propia vida, ambos estudiaban contabilidad pero el arte era realmente su motor. Los que muchos pasan una vida soñando en hacer ellos lo lograron, una vez tomada la decisión el tiempo que tardaron en llevarlo a cabo fue el necesario hasta comprar lo que sería su nuevo hogar.
Aparte de todo lo que les conté a mi lo que más me llamó la atención fue la historia de amor. Almas gemelas que se encontraron en esta vida, que tienen el mismo sueño y trabajan para cumplirlo. Viajan juntos, charlan, planean. Ellos solos y sus almas. Sin grandes comodidades y despojándose de todo aquello que realmente no necesitan. Porque tienen todo, se tienen el uno al otro.
Colabora
Claudia Olefnik.
Artista plástica.
Responsable
del Taller Monarcas.
En Facebook.
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