Vía telefónica le exigieron que retire la acusación. Se trata de uno de los presuntos timados por los tres sospechosos que aguardan una pericia de rueda de reconocimiento. Miembros de la comunidad gitana continúan detenidos por presuntos fraudes con vehículos usados.La investigación por presuntas estafas cometidas con ventas fraudulentas de automóviles ofrecidos a través de redes sociales por miembros de la comunidad gitana, continúa su trámite pero sumó la denuncia por amenaza de muerte que habría sufrido una de las diez víctimas que perdieron buena parte de sus ahorros.
Los tres sospechosos de las maniobras, pertenecientes a la misma familia, siguen detenidos y en los próximos días participarán de una rueda de reconocimiento. Lo que busca el juez de Instrucción 2, César Antonio Yaya, es confirmar si los denunciantes coinciden en apuntar con los supuestos responsables de las denominadas autoestafas.
De acuerdo al caudal de acusaciones, montos de 25 mil, 50 mil y hasta 100 mil pesos fueron señalados por las víctimas, varias de ellas de localidades del interior misionero que viajaban a Posadas con el sueño de retornar con el auto propio. Pero regresaron sin su dinero.
Los sospechosos de 44, 31 y 23 años fueron atrapados durante la noche del viernes 18 de mayo.
Los ubicaron ocultos en una vivienda frente a la terminal de ómnibus de Posadas, tras la denuncia radicada en la comisaría Tercera por una joven de 28 años, a quien le habrían birlado 60 mil pesos para iniciar los trámites y entregarle un Chevrolet Meriva ofertado a través del perfil de Facebook que poseían los presuntos vendedores.
La trampa o variante del cuento del tío consistía en citar al comprador a la agencia, casi todas montadas de manera informal frente a viviendas de la comunidad, donde les mostraban el rodado, los probaban y luego facilitaban los trámites de verificación y registro para iniciar la transferencia.
La confianza depositada habría sido la clave para que al presentarse los compradores a retirar el automóvil y sus documentos, los vendedores ya no estaban y menos el vehículo.
De nada les servía tampoco la queja. Los familiares de los timadores habrían asegurado a rajatabla no conocer a los autores de la estafa, o que los mismos habían viajado hacia otros lugares de trabajo.
Investigadores de Robos y Hurtos de la Dirección Investigaciones Complejas de la Policía profundizaron su labor al percatarse que los casos no fueron pocos y que los alcances serían escandalosos, principalmente por la cantidad de personas engañadas en pocos días.
Parte de la investigación podría ser derivada a la Justicia Federal ya que habrían sido hallados documentos falsificados de automóviles que corresponden a un Registro Nacional del Automotor, radicado en la localidad correntina de Ituzaingó, donde se clonó un rodado con datos de un auto siniestrado.
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