Hace nueve años, Seamus Doyle llegó al hogar Santa Teresa del Niño Jesús de Oberá, procedente de su Irlanda natal. Primero fue benefactor económico de las instituciones impulsadas por su compatriota Guillermo Hayes (fallecido en diciembre de 2014), pero luego sumó también su tiempo y su dedicación a los residentes en los hogares de la Fundación.
Es uno de los más antiguos voluntarios, ya hace casi nueve años que está compartiendo su vida y brindando su ayuda en los hogares, tanto en lo material como al servicio de los residentes, manifestaron a PRIMERA EDICIÓN referentes del reconocido espacio de contención a personas discapacitadas y abandonadas.
Su servicio es muy valioso. Es un misionero laico que deja toda su vida y familia para dedicarse a los demás, especialmente a los más necesitados. En nuestros hogares ayuda con la atención y cuida de su vida espiritual, guiándolos y acompañándolos en las oraciones diarias, contaron.
Seamus es parte activa de la Fundación Hayes, al punto de que fue su ayuda económica la que permitió hacer realidad en 2011 la gran ambición del Padre Guillermo en los últimos años: completar la ampliación del Hogar. Doyle logró, junto a su familia, la construcción del hogar Espíritu Santo, que atiende a personas con discapacidades intelectuales, como también la ampliación de su segunda etapa.
Pero además, entre otros aportes, contribuyó a financiar la construcción del Oratorio del hogar Santa Teresa del Niño Jesús, la compra de distintos electrodomésticos y aires acondicionados, parte de las esculturas del Jardín Bíblico, como también ampliaciones y mejoras del lugar. No conforme con ello, hoy se plantea otros proyectos para seguir ayudando.
Seamus mantiene la constante comunicación y relación entre Irlanda y Argentina, usualmente viaja a su país natal para estar con sus familiares en julio, casi siempre después de su cumpleaños, y regresa a Oberá en octubre. Su labor espiritual es muy importante para la gran familia de la Fundación Hogares Guillermo Hayes, razón por la cual el obispo (de Oberá), Damián Bitar, lo nombró Ministro Extraordinario de la Comunión. Es tan grande su amor por los hogares que ha decidido tramitar su ciudadanía argentina para poder quedarse aquí. Al igual que el Padre Guillermo, dice que ya siente a Oberá como su ciudad, a los hogares como su casa y a todos los que allí residen, como a su familia, destacaron los referentes de la Fundación.
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