Ernesto Doedderer – Posadas (Misiones) Señora Directora: El devastador saldo que dejan los accidentes de tránsito es un tema más que preocupante y lo más grave en estos casos es la pérdida de vidas humanas, sin desmerecer a quienes sufren secuelas físicas y psicológicas gravísimas y hasta recursos económicos que se pierden.
Si bien los accidentes siempre existieron y se trata de sucesos no planeados o involuntarios, también hay que decir que existen casos en los que incide negativamente algún hecho fortuito o inesperado que funciona como causa del accidente de tránsito, en una elevada proporción éstos se producen por conductas inapropiadas de las personas que se ven involucradas en ellos; es decir, los conductores.
Muchas veces se pone de manifiesto la irresponsabilidad que caracteriza a muchos de los que conducen un vehiculo por las calles, avenidas en zonas urbanas y también en las rutas del país.
Y si bien faltan tareas de prevención, las mismas no alcanzan para modificar los comportamientos equivocados de quienes conducen generando accidentes.
Los especialistas insisten que es necesario combinar, las campañas de concientización sistemáticas, con penas cada vez más duras para quienes resultan culpables de la infracción cometida, fuese quien fuere el conductor y sin prerrogativas.
En la ciudad de Buenos Aires se dictó hace poco un fallo no muy habitual, pero sin duda ejemplificador. Es por un caso de imprudencia al volante que no terminó en un accidente grave, pero que podría haber tenido esa conclusión. Por ello, un juez de esa ciudad ordenó decomisar y rematar dos camionetas de alta gama que el año pasado protagonizaron una picada a gran velocidad en la avenida 9 de Julio. El hecho tuvo amplia repercusión porque los propios conductores subieron videos a las redes sociales mostrando la hazaña sin importarles los riesgos.
El dinero que se obtenga de ese remate cuya suma superaría ampliamente al millón de pesos- se destinará, según el propio fallo judicial, a comprar tres respiradores artificiales para el Hospital Piñero, que es donde suelen atender un alto número de personas con graves traumas causados por accidentes de tránsito vehicular. La sentencia obliga además a los responsables de la picada temeraria a publicar campañas de concientización sobre temática en las redes sociales.
La combinación del endurecimiento de las penas y la sistematización de campañas de prevención de accidentes han dado buenos resultados en muchos países y copiar estos modelos exitosos es una estrategia correcta, en especial cuando los resultados hasta el momento en nuestro país no han sido los esperados.
Sería auspicioso que nuestra Justicia en general adopte similares determinaciones, para de esa manera se homologuen criterios y lograr así la disminución de accidentes de tránsito con resultados fatales en perjuicio de terceras personas.
Un dato no menor referido al tema, es que los vehículos son cada vez más veloces, pero con una estructura más débil, lo que muchos no tienen en cuenta.
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