Desde la cancillería estadounidense, con apoyo de Israel, señalaron que no participará de la reunión plenaria semanal presidida desde hace una semana por Siria por “inaceptable y peligroso”.“Debido a las reiteradas tentativas de Siria la semana pasada de utilizar la presidencia de la conferencia de desarme para normalizar el régimen y su comportamiento inaceptable y peligroso, no participamos en la sesión de este día”, dijo el embajador estadounidense Robert Wood en una declaración escrita.
“Seguiremos defendiendo los intereses de Estados Unidos en la Conferencia sobre desarme”, agregó no obstante.
La presidencia de la Conferencia sobre desarme es rotativa, cambia en función del orden alfabético, y luego de Suiza era el turno de Siria, que desde el 28 de mayo ocupa el puesto por cuatro semanas.
Este martes, en una anterior sesión plenaria, Estados Unidos protestó contra el acceso de Siria a la presidencia de la Conferencia, calificándola de “farsa” cuando el régimen de Damasco está acusado de utilizar armas químicas contra su pueblo.
Para marcar su oposición, el embajador de Estados Unidos dejó la sala durante el discurso del embajador sirio Husam Edin Aala que abrió la sesión en el Palacio de las Naciones en Ginebra.
La embajadora de Israel, Aviva Raz Shechter, dejó también la sala luego de su discurso, en el que estimó que esta situación era “inaceptable”.
Otros delegados, como los de Gran Bretaña, Australia y Francia, expresaron su oposición a la presidencia siria.
Protesta
La llegada de Siria a la presidencia de la Conferencia de Desarme de la ONU, en aplicación de un mecanismo de rotación, ha sacudido fuertemente hace una semana a este órgano y llevado a varios países a manifestar su protesta, mientras que otros le han prometido su apoyo.
La Conferencia de Desarme es el mayor foro multilateral que negocia desde 1978 tratados en esta materia y en su balance están el Tratado de No Proliferación Nuclear y las convención para la Prohibición de Armas Biológicas y para la Prohibición de Armas Químicas, entre otros.
Los distintos ataques químicos contra áreas civiles en Siria a lo largo de los siete años de guerra en este país y las evidencias que apuntan a la responsabilidad de las fuerzas gubernamentales sirias fue el argumento de condena más evocado por las delegaciones de la Conferencia de Desarme que intervinieron en la sesión inaugural.
Estados Unidos actuó como catalizador de las numerosas reacciones contra la presidencia siria, pero dijo que ha decidido no boicotear las cuatro semanas de sesiones que se inician este martes para poder vigilar lo que ocurre.
Cuestiones políticas
El embajador sirio ante la ONU en Ginebra y ahora presidente de la Conferencia de Desarme, Hussam Edil Aala, se comprometió ante las delegaciones a trabajar con “profesionalismo, transparencia y espíritu de cooperación”.
Pidió que los participantes sepan “separar las cuestiones políticas” del programa de trabajo de la Conferencia, y les criticó por su actitud, que dijo sólo creará “inestabilidad y un entorno negativo” en las próximas semanas.
El diplomático sirio anticipó así lo que sería una retahíla de críticas, acusaciones y reclamos de rendición de cuentas, a las que hicieron contrapeso las promesas de apoyo de otros países.
Mientras que la Unión Europea (UE) dijo que Siria carecía de cualquier legitimidad y autoridad moral para asumir la presidencia de la Conferencia de Desarme, varios de sus países miembros tomaron la palabra para abundar en las razones de este rechazo.
Reino Unido se refirió a esta situación como una “triste farsa” y adelantó que no mantendrá ninguna reunión bilateral con representantes de la presidencia, mientras que Francia indicó que no estará representada por su embajador, sino por un funcionario de menor categoría.
España dijo que “el ejercicio de la presidencia por parte de un país que incumple gravemente sus obligaciones de no proliferación (de armamentos) es contradictorio”, pero como otros países occidentales también consideró necesario respetar el mecanismo de rotación para ese rol.
La rotación entre los 64 miembros permanentes de la Conferencia de Desarme depende de un orden alfabético en inglés.
En favor de permitir a Siria trabajar al frente de ese órgano se manifestaron varios países, entre ellos China y Rusia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
China le deseó éxito y enfatizó que el principio de rotación “permite resolver conflictos innecesarios para la elección de la presidencia, se trata de una opción sabia que ha sabido resistir el paso del tiempo”.
Rusia pidió a los países críticos que “eviten politizar este foro con cuestiones regionales que no tienen relación directa con su trabajo e intoxican las relaciones” entre ellos.
Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Pakistán e India, entre otros, también ofrecieron apoyo a la presidencia siria.
Fuente: AFP-NA.
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