Ramón Dos Santos, padre de la adolescente asesinada en San Pedro, habló con PRIMERA EDICIÓN. “Los malandras tienen que pagar todo lo que le hicieron a Raquel” afirmó. Le hicieron un desastre a mi hija, le rompieron la cabeza, la tenían atada de las manos, los pies, la boca, es indescriptible lo que vi. Ramón Dos Santos, un tarefero y tabacalero de la Zona Norte de la provincia se quiebra, no encuentra consuelo, su voz recorre el estupor, la bronca y la sensación de irrealidad, de lo nunca imaginado. No se puede describir lo que nos tocó ver, lo que estamos sufriendo. Estamos destrozados, nos dejaron igual que la pobre Raquel.
El padre de la adolescente de 17 años masacrada a golpes en una vivienda del barrio Irrázabal de San Pedro, decidió dialogar con PRIMERA EDICIÓN sobre lo que le sucedió a su hija y, en pleno dolor del velatorio, remarcar con sostenida calma que no busca venganza: No soy Dios para esas decisiones, de la justicia divina se encargará él, yo espero que los jueces no nos abandonen y los culpables de asesinar a mi hijita paguen en la cárcel.
Raquel no era discapacitada, era una joven que cuidaba a sus hermanos, siete en total, y no sé qué les pasó por la cabeza a estos malandras, sólo quiero que los condenen y paguen por lo que le hicieron.
El productor rural de 57 años reside hoy en Colonia Victoria, cerca de Eldorado, y volvió el sábado a San Pedro por el atroz crimen de Raquel, hallada con la cabeza rota y golpes por todo el cuerpo durante la madrugada del sábado en una vivienda a 200 metros de su hogar materno.
No sé si el problema es la droga o qué. Nadie merece que lo maten y menos de esta manera cruel y aberrante. Raquel ya no va a volver nunca más, es desesperante lo que se siente aseguró.
Ramón Dos Santos se definió como un hombre de chacra, de leyes no sé nada pero hasta ahora tampoco se nos acercó nadie a explicarnos qué debemos hacer o esperar. Nos sentimos inútiles, como cero a la izquierda. Pero vamos a aguardar a que la Justicia defina.
Describió a Raquel como una chica trabajadora, muy buena (
) Pero la llevaron engañada a esa casa y la asesinaron de una forma brutal, le rompieron la cabeza a garrotazos, la tenían atada.
Todavía no sabemos si la drogaron o emborracharon, lo que sí estoy seguro es que ella no hizo nada para merecer eso, nadie puede merecerlo tampoco.
Ayer, cerca de las 19, su cuerpo fue entregado para ser velado tras la autopsia y un tratamiento tanatológico que la empresa fúnebre realizó de manera gratuita para que sus familiares, amigos y vecinos pudieran verla y despedirla.
En el barrio
El velorio se realizó en un templo evangélico del mismo barrio Irrazábal, donde los recursos son pocos y se reclama seguridad ante el aumento del consumo desmedido de alcohol y drogas prohibidas.
Vale recordar que el cadáver de Dos Santos fue encontrado en una habitación, a pocas cuadras de su casa por efectivos de la comisaría Primera que acudieron al lugar tras la presentación en la seccional de dos hombres (de 33 y 29 años) que señalaron que en esa propiedad yacía una joven sin vida y que ellos no la habrían asesinado, aunque señalaron a la principal sospechosa. La propietaria del inmueble fue detenida pocas horas después y tras confirmarse el descubrimiento del cuerpo.
Dos días antes
Las primeras pericias de los especialistas de la Policía Científica de la Unidad Regional VIII, estimaron que el ataque se habría producido 48 horas antes en ese mismo lugar y con la víctima reducida y atada.
En una letrina del predio se hallaron prendas de vestir con manchas de sangre y en otro sector un trozo de madera semiquemado, que será peritado ante la sospecha que fue utilizado como garrote para ultimar a Dos Santos.
Sobre los motivos del crimen, la primera hipótesis señala a la detenida, de 25 años, como la autora y que habría desenfundado toda su furia ante una supuesta infidelidad de su pareja, el también demorado de 33 años, con Dos Santos que residía en esa casa como empleada doméstica y ayudando en el pequeño almacén o despensa que funcionaba en el frente.
Varios testigos coincidieron en que en la despensa se realizaban rondas de tragos y celebraciones que ocasionaban constantes problemas por ruidos molestos e incidentes contravencionales.
De los testimonios vertidos hasta el momento, no judicializados aún, uno correspondió a un vecino que señaló haber visto hace pocos días a la menor con vida pero sometida a maltrato en la propiedad de la sospechosa.
En cuanto a los detenidos, en las próximas horas serían trasladados al Juzgado de Instrucción de San Vicente, a cargo de Gerardo Casco, para ser indagados y se determine la imputación provisoria.
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