Estuvo 44 días prófugo luego de ser acusado de matar de un certero disparo de escopeta a su suegra. Cuando lo capturaron, el sospechoso -de 33 años- tenía en su poder el DNI de su hermano. El crimen fue perpetrado el pasado 21 de abril en el paraje Cerro Tatú, a 30 kilómetros del casco urbano de Dos Hermanas.
La víctima fatal fue María Larrosa (51), en tanto que en el mismo episodio resultó herido el esposo de la mujer, Valdomiro Fonseca (55).
A primera hora de la mañana de ayer, en un operativo realizado por la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional V (con asiento en Puerto Iguazú), finalmente fue aprehendido el presunto asesino. Fue en inmediaciones de la vivienda de un familiar, en la zona denominada Dos Mil Hectáreas.
Se supo que trabajaron en la captura del peligroso individuo policías encubiertos, quienes montaron vigilancia en distintas calles del citado barrio. Finalmente ubicaron al sujeto mientras caminaba. Al notar la presencia de los efectivos se opuso tenazmente al arresto, sin embargo fue reducido y detenido.
Al ser requisado los pesquisas hallaron en su poder el DNI de su hermano, por lo que se cree que se hizo pasar por él durante un tiempo para evadir a la Justicia. Ahora el sospechoso deberá comparecer ante el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente por un hecho de homicidio y lesiones con arma de fuego.
El crimen
El conmocionante episodio por el cual está acusado el sujeto de 33 años detenido ayer, se registró a las 22 del sábado 21 de abril pasado.
Un vecino de la localidad de Tobuna asistió a un hombre de 57 años y lo trasladó hasta el hospital local porque presentaba heridas de perdigones en las piernas. El herido era el único sobreviviente del ataque que perpetró su yerno, quien irrumpió armado con una escopeta en el inmueble de las víctimas y comenzó a proferir insultos y amenazas de muerte.
Lejos de entender razones y desistir de sus actos violentos, gatilló de manera directa contra María Larrosa, de 51 años, nada menos que su suegra, a quien el impacto de las municiones de plomo le destrozó el pecho y provocó la muerte en segundos.
El esposo de Larrosa, también suegro del atacante, intentó frenarlo pero también fue foco de su irascibilidad y sufrió en las extremidades inferiores la perdigonada de un segundo disparo. Vecinos de la zona salieron a ver lo que sucedía pero no pudieron alcanzar a retener a la pareja de la hija de este matrimonio, de 28 años, solo pudieron identificarlo, dar aviso a las autoridades policiales y asistir al herido.
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