El imputado fue detenido por no controlar en agosto de 2017 dos automóviles repletos de artículos electrónicos. Las cámaras del puente Posadas-Encarnación fueron la clave. Un agente aduanero fue procesado por la Justicia Federal por omitir su función y facilitar que dos ciudadanos paraguayos ingresaran en dos automóviles medio millón de pesos en electrónicos.
La ratificación de la acusación de la jueza federal de Posadas, María Verónica Skanata, fue producida tras el rechazo de los jueces integrantes de la Cámara Federal de Apelaciones de Posadas, Mario Osvaldo Boldu y Ana Lía Cáceres de Mengoni, al planteo de la defensa del empleado de la Dirección General de Aduanas contra la imputación como partícipe primario del delito de contrabando de importación agravado.
El aduanero fue detenido el 17 de agosto de 2017 en el carril 2 de ingreso a Posadas del puente. Por este acceso dos automóviles paraguayos y conducidos por ciudadanos de la misma nacionalidad pasaron sendos cargamentos de equipos electrónicos y luces LED.
Los vehículos (de la marca Toyota, modelos Allion y Platz) y sus conductores fueron interceptados y detenidos en la rotonda de salida del viaducto, en la rotonda frente a la estación de trenes del acceso Sur de esta capital. De acuerdo al auto de procesamiento de la Justicia Federal, a simple vista se registraban las cajas dentro de los transportes de toda la mercancía sin aval.
Los gendarmes observaron que se acercaban dos automóviles y tras frenar su marcha se percataron rápidamente que en el interior había una excesiva cantidad de cajas por lo que requirieron la presencia de testigos y detectar el contrabando. En uno de los Toyota se incautaron 540 juegos de luces LED, 124 cigarrillos electrónicos, todo valuado en 287.044 pesos. En el rodado restantes se hallaron dos 400 juegos de las mismas luces y cuatro cámaras para circuitos de seguridad de la marca Voyager, por 189.072 pesos.
El procedimiento por la cercanía con la cabecera del puente se trasladó hasta allí y no se demoró en individualizar el carril y quién debió evitar que los automóviles atravesaran la frontera. Fue individualizado al agente aduanero y se ordenó la realización de una investigación de carácter reservada, que logró entre el caudal de evidencias, las imágenes de las cámaras de seguridad del viaducto, Centro Único de Monitorero de la DGA.
La contundencia sería determinante y el aduanero hizo poco y nada por requisar los autos. Se observarían a los rodados y las maniobras evasivas del control del imputado. Una clara finalidad de permitir que los coimputados (paraguayos) ingresen ilegalmente la mercadería, afirmaron los camaristas.
Según los videos, el primer conductor desciende en el carril 2 y se dirige hacia el baúl para apenas abrir el mismo, el imputado observa y permanece unos segundos en diálogo con el paraguayo hasta que se retira del lugar. Idéntica maniobra se produce al instante siguiente con el segundo Toyota.
Otra prueba de la maniobra resultaría del análisis del teléfono celular de uno de los conductores donde se hallaron imágenes de las autoridades aduaneras de servicio en la cabecera del puente.
Apelaciones ratificó el embargo por 400 mil pesos al imputado y la prohibición de salir del país mientras se avanza en la elevación a juicio del expediente.
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