Ramón Ángel De Lima (53) apareció enterrado en un pozo. La fiscalía y la defensa de Juan Leonardo Jatof (43) y Jhonatan Catriel Bustamante (23) firmaron un juicio abreviado. Resta ahora la homologación del Tribunal Penal 1 de Oberá. Era la noche del sábado 26 de noviembre de 2016. Tres hombres compartían una ronda de tragos en un bar de Colonia Alberdi. Uno de ellos era Ramón Ángel De Lima (53), quien tres días después fue encontrado enterrado a medio metro de profundidad, tapado con tierra y basura en una chacra del Paraje El Chapá, en Colonia Alberdi.
Por el hecho fueron detenidos dos sospechosos que habían sido vistos en el local junto a la víctima. Se trata de Juan Leonardo Jatof (43) y Jhonatan Catriel Bustamante (23). Ambos quedaron procesados por el delito de homicidio simple, delito que prevé penas de entre 8 y 25 años de prisión.
El debate debía comenzar el próximo jueves ante el Tribunal Penal 1 de Oberá. Estaba prevista la presencia de una veintena de testigos. Sin embargo, ayer, finalmente, la fiscalía y la defensa presentaron un pedido de juicio abreviado en el que el dúo se declaró responsable y aceptó una pena a 13 años de prisión.
El acuerdo ya cuenta con la firma de las partes y sólo resta la homologación por parte de los magistrados del alto cuerpo obereño, José Pablo?Rivero, Francisco Aguirre y Lilia Avendaño, algo que los entendidos en la materia dan prácticamente por confirmado.
Los acusados se encuentran detenidos en la Unidad Penal II de Oberá, donde cumplirán lo que les reste de condena. Ambos enfrentaban una pena aún más grave en un debate, razón por la que aceptaron la responsabilidad del hecho.
Desaparición de persona
La primera que notó que algo malo podía haber sucedido con Ramón De Lima fue su propia hermana. El hombre vivía en la casa de al lado. Se había hecho muy tarde y no había regresado. La mujer se dirigió a la comisaría de Alberdi, a unos 30 kilómetros de Oberá, para radicar la denuncia, que fue tomada como desaparición de persona.
La Policía inició la investigación tratando de reconstruir a qué hora y hacia dónde se había dirigido De Lima ese sábado 26 de noviembre de 2016. Los policías pudieron establecer que fue visto en un bar, en compañía de dos hombres, Jatof y Bustamante, al decir de los testigos, compartiendo tragos.
Los tres se habían quedado en el lugar hasta entrado el domingo y juntos se fueron de allí. La pesquisa pudo determinar que la noche no terminó allí para ellos, puesto que fueron vistos en la casa de Jatof, en horas de la madrugada. Los vecinos del lugar relataron que habían escuchado gritos, como si se hubiera desatado una pelea.
En base a esos indicios, previa autorización judicial, los uniformados realizaron un allanamiento en la vivienda, y detuvieron en forma preventiva a Jatof y Bustamente. Cuando comenzaron a registrar el lugar vieron que a unos 40 metros de la vivienda había tierra removida recientemente. Caminaron unos diez metros más y casi a la vera de un arroyo encontraron signos de un entierro. Debajo de ramas, botellas, y basura había un montículo de tierra. Fue así que a 50 centímetros de profundidad estaba enterrado el cuerpo de Ramón De Lima. En la vivienda de los sospechosos secuestraron un hacha y un machete. El destino de ambos acababa de cambiar para siempre.
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