Invitada a Misiones para hablar en un encuentro internacional sobre la temática, la doctora Ana Lúcia Pastore Schritzmeyer ofreció también una mirada sobre pobreza, aborto, feminismo y política. De visita en Misiones, la doctora Ana Lúcia Pastore Schritzmeyer, fue una de las oradoras centrales en la jornada inaugural del Tercer Encuentro Internacional de Antropología y Derecho, que se desarrolló en el auditorio Juan Figueredo de la Facultad de Humanidades.
La investigadora brasileña vino a compartir una mirada sobre antropología y derecho, su convergencia y desafíos epistemológicos. Momentos antes de su exposición, conversó con PRIMERA EDICIÓN sobre algunos de los grandes temas del mundo contemporáneo: los crímenes, la sensación de injusticia, la necesidad de alargar los horizontes y de mirar las cosas (por ejemplo la legalización del aborto) no sólo a partir del punto de vista personal sino también desde la mirada de los otros.
Esa es la lección que mejor nos enseña la antropología: mirar el mundo desde muchos puntos de vista. Tantos cuantos son los grupos, las personas y sus particularidades, entonces el derecho se torna en muchos derechos, comentó en un español que maneja casi sin dificultades.
La doctora Schritzmeyer está en contacto, hace muchos años, con el doctor Manuel Alberto Jesús Moreira, a quien definió como uno de los nombres que inspira respeto en el área de antropología del derecho en Argentina, mencionó.
Estamos muy empeñados en hablar de la antropología del derecho con una mirada especial, porque es necesario aproximar a ambas disciplinas, sostuvo la científica acerca de su presencia en el evento organizado por la UNaM, la URI de Santo Ângelo y el Centro de Estudios en Antropología y Derecho (CEDEAD).
El problema principal del encuentro entre antropología y derecho es que la primera está muy abierta a las diferencias y no necesita dirigir lo que es cierto de lo que no es, porque todo es posible, de todo esto también se trata la vida social. Sin embargo -sostuvo- el derecho tiene la obligación de elegir lo que está de acuerdo a la ley con lo que no está. Ésta es la gran diferencia. No obstante, hoy en día, en el campo del derecho existe la posibilidad de pensar en las distintas maneras de negociar acuerdos de mediación. En ese punto las dos ramas se aproximan y creemos que es importante que ese acercamiento ocurra a menudo, indicó Pastore Schritzmeyer.
Uno de sus meollos está dado por lograr que el derecho entienda la diversidad, las múltiples maneras de pensar. Por ejemplo, qué es familia, o la cuestión de la sexualidad, dijo.
Todas son maneras de la humanidad para expresar su diversidad. Ésta nos posibilitó ocupar todo el planeta, gracias a nuestra capacidad de adaptación. El derecho no trabaja muy bien con la diversidad. Hay un margen muy estrecho y ese margen es la ley. Un tema siempre polémico pero que hace imprescindible que tomemos la iniciativa de formar nuevos profesionales con este marco teórico. Todos los que trabajan en la Justicia tienen que tener esa mirada de la diversidad no como algo malo, ya que es lo más rico de la humanidad, enfatizó la especialista.
Feminismo y revolución
Para Ana Lúcia Pastore Schritzmeyer hay síntomas muy fuertes de emancipación en las demandas sociales que, por ejemplo, impulsa el feminismo.
Se pueden hacer revoluciones no armadas y fuertes desde lo simbólico e importantes desde allí. La cuestión de la legalización del aborto en Argentina es una de ellas. La ley, en Argentina como en Brasil, aún prohíbe el aborto pero hay muchas miradas sobre lo que es la vida, cuándo comienza y cuáles son los derechos de la mujer sobre su cuerpo, qué derecho tiene el Estado de interferir en las decisiones de la mujer sobre su cuerpo. Aquí, la noción de cuerpo, es muy importante. Quienes están a favor de la legalización entienden que no hay dos cuerpos distintos. Hay uno gestante ya que sin el cuerpo de la mujer no hay un otro. Mira que interesante eso. Hay muchos estudios de antropología sobre la noción de cuerpo, persona que pueden tornar mucho más enriquecedora la discusión. Eso es muy saludable para la democracia y volvemos a esa idea inicial de diversidad en donde el derecho se torna en muchos derechos, analizó.
Uruguay pese a ser un país pequeño dio algunos ejemplos sobre los derechos. No sólo al tener el aborto legal si no también sobre la despenalización del consumo de la marihuana. Desde mi punto de vista es muy interesante porque es un país de formación católica pero, en verdad, el Estado está separado de la Iglesia, comparó.
Hay una contribución muy grande de lo que llamamos antropología de la política, de las instituciones, del Estado, junto con la antropología del derecho pensando ésto: en cómo los Estados están muy próximos a otros intereses, por ejemplo la religión, dijo.
Describió la investigadora que Hace algunos años estuve en Uruguay para participar de una RAM y una cosa que me quedó muy marcada es que la catedral, situada en la plaza principal, no es un punto turístico, sino un edificio como cualquier otro.
En un tramo de la charla, la antropóloga también se ocupó de analizar la situación política de su país y describió: La democracia está en riesgo.
Brasil está viviendo un momento muy particular. Muy malo desde mi punto de vista, en términos de la política. Hubo un retroceso muy grande, incluso de interpretación de leyes y de la propia Constitución del país, fustigó al referirse a medidas tomadas para la asunción de Michel Temer luego de la destitución de Dilma Rousseff. Más tarde con el encarcelamiento de Inácio Lula Da Silva, quien es candidato presidencial desde la cárcel, donde cumple una condena y quien, según la doctora será nuevamente Presidente. Tiene mucha aceptación.
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