Funciona en el Centro Monoclínico Manantial, dependiente de Salud Pública de la provincia. Fueron sus excolegas quienes pidieron que lleve su nombre. La única sala de deshabituación o desintoxicación que funciona en la provincia, más precisamente en el Centro Monoclínico Manantial, pasó a llamarse desde ayer “Dr. Jorge Adrián Guerin” en homenaje a este médico psiquiatra que no sólo fue durante muchos años jefe del Área Asistencial sino también uno de los fundadores de esta institución destinada a la asistencia y rehabilitación de personas adictas al alcohol y a diferentes tipos de drogas. El equipo de profesionales de Manantial evocó con mucho afecto y nostalgia al médico que falleció en enero de 2016 en un accidente automovilístico. Con la presencia como invitado especial de su hijo, el director de cine Elián Guerin, encabezaron esta ceremonia descontracturada y muy emotiva el ministro de Salud Pública, Walter Villalba; los subsecretarios de Salud, Germán Bezus; de Prevención de Adicciones y Control de Drogas, Carlos Báez; de Recursos Humanos y Planificación, Rodolfo Fernández Sosa; de Atención Integral Comunitaria de la Niñez, Adolescencia y Familia, Alicia Rene Duarte; además de los directores de Prevención de Adicciones, Gustavo Marin y de Asistencia a las Adicciones, Mariela Garnnier. Doce años de funcionamiento La sala de deshabituación comenzó a funcionar en 2006 y, según atestiguan sus colegas “gracias al esfuerzo y dedicación del doctor Guerin” quien fue designado al frente de este espacio que ofrece desde entonces un lugar donde los pacientes adictos a sustancias puedan desintoxicarse físicamente bajo el abordaje clínico, psquiátrico, psicológico y social. Pero donde la participación de la familia es el eslabón fundamental en la recuperación de estos pacientes que, en el marco de un tratamiento integral, realizan actividades deportivas, huerta, expresión corporal y manualidades, entre otras. En representación de sus colegas, la licenciada Marta Lirussi destacó su valor profesional y personal, y su gran capacidad de establecer vínculos con sus compañeros de trabajo y sus pacientes. “La problemática del consumo de drogas está cargada de estereotipos y estigmas; no es casual que el Centro Manantial haya estado durante muchos años en una posición periférica dentro del sistema de Salud Pública. Creo que esto es en parte porque a los pacientes con problemas de adicciones se los considera no como enfermos sino como viciosos, e incluso el equipo de trabajo cargaba con estos obstáculos hasta hace muy poco. Creo que Jorge Guerin hizo mucho por perforar las resistencias del sistema para lograr poner en funcionamiento esta sala de deshabituación que ahora lleva su nombre”, remarcó.
Discussion about this post