Las primeras pericias realizadas en el marco de la investigación por el presunto “pacto suicida” tras el que fueron hallados sin vida el exconvicto Eugenio De Jesús Lemes (49) y la penitenciaria Karina Elisabeth Viera (40) determinaron que, tal como se suponía, no existió intervención de terceros en el episodio.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, quienes indicaron que, de todas maneras, el magistrado Roberto Horacio Saldaña, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado y al frente de la investigación, se mantiene cauto y prefiere no descartar ninguna hipótesis.Al respecto, si bien la del “pacto suicida” aparece como la teoría más firme hasta el momento, el juez de la causa quiere confirmar mediante los resultados de las autopsias que no se trató de un “homicidio” o “femicidio” seguido de un suicidio.El presunto “trato” entre el exconvicto -prófugo por un robo en el que había sido detenida la mujer- y su pareja penitenciaria conmovió a gran parte de Eldorado. Fueron hallados muertos, él de un tiro en el pecho y ella por presunta intoxicación con fármacos.¿Qué hubo detrás de esta determinación tan drástica? Eso es algo que quedará en el plano personal e íntimo de la malograda pareja. No obstante, el deber de los investigadores es desentrañar en base a indicios, testimonios y evidencias concretas si el hecho fue como se cree que sucedió. Eugenio De Jesús Lemes estuvo preso tras ser condenado a 20 años por un “femicidio”, tras secuestrar y matar a quien era su pareja, la profesora de inglés Patricia Titus, el 27 de marzo de 2004. Cumplía libertad condicional desde hace casi dos años y era intensamente buscado tras ser acusado de un robo reciente de ruedas en Montecarlo. Luego de una persecución de ribetes cinematográficos, logró escapar, abandonando el vehículo en el que se desplazaba, pero la penitenciaria quedó en la escena y terminó tras las rejas. No hubo más noticias de ellos, hasta que los hallaron muertos en la mañana del último sábado, en el complejo de cabañas “Cueva Miní”, emplazado a la altura del kilómetro 2 de la avenida San Martín de Eldorado, a orillas del arroyo Piray Miní, que se encontraba cerrado al público. Fue el cuidador del lugar quien reportó el macabro hallazgo a las autoridades policiales. Madre de cuatro hijosPor su parte, Karina Elisabeth Viera era madre de cuatro hijos. Las fuentes judiciales confirmaron que se despidió de ellos la noche anterior a su muerte y mediante mensajes telefónicos. No obstante, corroborar que desde su teléfono salieron esos textos es parte de las pericias a cargo de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (SAIC). Un teléfono hallado en el lugar donde encontraron los cadáveres podría contener más información acerca del trágico suceso. Todo es materia de investigación.Algunas de las evidencias Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en su momento, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/277406/penitenciaria-y-exconvicto-aparecen-sin-vida-en-una-cabana-y-apuntan.html">los cuerpos fueron hallados en el piso del baño de la citada cabaña</a>. Estaban desnudos. Tenían una rigidez cadavérica de entre 10 y 12 horas. El hombre tenía un disparo que ingresó en el pecho y salió por la espalda. Ella con signos evidentes de haber muerto por sobredosis. Al costado de ambos cuerpos se encontró un arma de fuego calibre 16 milímetros con un cartucho percutado en la recámara y otro sin percutar en el piso, además de tres perdigones.En cuanto a los fármacos que se cree ingirió la mujer para quitarse la vida, no se descarta que fueron procedentes de las cuatro tabletas incautadas en el citado baño: dos de “Serenil” -utilizado como calmante- totalmente vacías y dos de Diclofenac Sódico de 100 miligramos, una de ellas vacía y la restante con diez comprimidos.
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