Hace unos años, Sãn Joãn do Oeste, en el estado de Santa Catarina, Brasil, es el lugar elegido por muchos misioneros para descansar. A unos 70 kilómetros del puente sobre el Pepirí en la frontera de San Pedro. Tiene 6000 habitantes y su principal economía es la agricultura y la cría de aves de corral, cerdos y productora de leche. Pero se destaca en el turismo por su emprendimiento termal que convoca a miles de personas todo el año.