
En varias oportunidades llegó al Concejo Deliberante local el reclamo vecinal de construcción de espacios por donde moverse seguros, y muchas veces a lo largo de los últimos años, ese cuerpo aprobó comunicaciones y ordenanzas sobre cómo deben hacerse, pero la Municipalidad no dio soluciones de fondo, más allá de unas pasarelas de hormigón construidas por la Comuna sobre la avenida Tejeda entre Moreno y Monteagudo.
En la zona céntrica, sobre las avenidas Libertador, Constitución y Tejeda, hay zonas de veredas rotas o inexistentes, por lo que los peatones tienen que bajar a la cinta asfáltica para caminar.
Peor es en las calles laterales, donde la ausencia de veredas ya es algo natural y hasta pasa desapercibida, mientras que en otras hay malezas y yuyos que no permiten transitar por la acera y obligan al peatón -en muchos casos, alumnos de escuelas- a circular directamente por la cinta asfáltica, en “convivencia” con los autos en tránsito o estacionados.
Entre las áreas más peligrosas para los transeúntes, debido al intenso movimiento de éstos y también de vehículos, se puede mencionar la calle Juan XXIII, que va desde el centro a la terminal de ómnibus y al Juzgado de Fuero Universal; y la Alem, que va desde Libertador hasta una clínica, el Juzgado de Faltas y la oficina de la Dirección Provincial de Tierras.