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Es que apenas se entera que hay un expediente o documento en “peligro”, acude a su “rescate” a pesar que en el edificio de fines de la década del 40, donde funciona el organismo, ya no queda lugar para nada. Nacida en la correntina Curuzú Cuatiá y recibida de archivóloga en la Universidad Nacional de Córdoba, forma parte del equipo desde hace 31 años y asegura que es una apasionada de su trabajo.
Explicó que donde se desempeña es un archivo general “porque tenemos documentos en tres edades: documentos históricos, documentos semi activos y documentos en gestión. Pero no porque sea el archivo de toda la provincia. Acá no tenemos la documentación de todos los organismos. Sólo del gobernador, del Ministerio Coordinador (antes Secretaría General) y Ministerio de Gobierno”.
“Me gusta mucho mi trabajo, la atención al investigador y evacuar la información que piden desde todos los organismos. Para la documentación ‘administrativa’ tenemos un banco de datos con información actualizada. Allí podemos ver si un decreto está modificado, si está publicado en el Boletín Oficial. Eso es información que se carga todos los días. Ese banco contiene completa la década del 80, del 90, y 2000 hasta lo que fue publicado el jueves pasado en el Boletín Oficial. Y lo vamos trabajando hacia atrás con la documentación del período de provincia (no Territorio Nacional)”, dijo Ibarrola, de quien dependen ocho empleados.
Con el primer año del cursado de la carrera empezó a organizar un archivo en la Federación Médica de Córdoba y si bien llegó a Misiones con “cierta experiencia”, el ámbito laboral ya “estaba armado, encaminado”. Contó que había muchos expedientes que consideraban que los iban a tirar. Entonces un día se puso a revisar “eso que pensaban descartar” y entre otras cosas encontró un expediente iniciado por la Comisión Nacional de Monumentos y Museos donde se pide investigar porqué los vestigios jesuíticos que están sobre la avenida Roque Pérez estaban fuera de su lugar natural.
“Entro a investigar y hablo con los protagonistas. Aún vivía el exgobernador (Hugo Jorge) Montiel que había sido quien pidió la restitución a la provincia junto a Ulises “Neco” López, que fue quien las descubrió en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, donde las estaban por triturar para hacer contrapisos. Ese era el destino final de esos vestigios. Me contaron de qué manera las descubrieron y cómo pidieron la restitución”.
Con asiduidad en el Archivo reciben a investigadores locales como del exterior. Recordó que hace un tiempo los visitó un investigador suizo y, luego, antropólogos austríacos que vinieron en la búsqueda de material actual sobre nuestros aborígenes. Poco después fueron sorprendidos por una investigadora polaca, de la universidad de Varsovia, que su materia giraba en torno a la provincia de Misiones, que se llevó material sobre la Constitución, el Ministerio de Ecología y los inmigrantes.
En los últimos años vinieron cuatro investigadoras americanas que trabajaron sobre la yerba mate. Una de ellas sobre el mate como elemento social, lo que llamó mucho la atención del equipo del Archivo. Asimismo, un investigador alemán -médico y piloto- estaba averiguando sobre las catástrofes aéreas y llegó hasta aquí buscando algo sobre el vuelo de Aerolíneas Argentinas que se truncó en el eucaliptal, en inmediaciones del aeropuerto. “Nosotros habíamos guardado de diferentes publicaciones porque todos los días leemos el diario y guardamos la información que nos interesa, que puede ser, de las historias de los pueblos, de cultura general, de usos y costumbres, de leyendas, y eso está todo a disposición de los investigadores, aparte de los documentos originales que le puedan interesar”, admitió Ibarrola.
Pueblos sin historia
Ibarrola aseguró que le sobran los dedos de las manos para mencionar cuantos pueblos de Misiones tienen confeccionadas sus historias. Eldorado, Oberá, Apóstoles, San José, Itacaruaré, son la excepción a la regla. “Son pocos los pueblos que tienen escrita su historia por lo que apelo a que los estudiantes de historia lo hagan porque aparte de la documentación es importante también ir a las referencias orales. A lo mejor ya no existen pioneros originales pero sí hijos y nietos de esos primeros que escucharon lo que contaban sus padres o sus abuelos. Eso es importantísimo para recrear la historia de un pueblo”, sostuvo.
Lamentó que en los municipios “no haya prácticamente archivos. Son pocas las comunas que tienen sus archivos organizados y eso es muy importante. Tendrían que disponer y crear sus archivos municipales, por ejemplo, con las ordenanzas”. Pero no todo está perdido. Confió que hace poco tiempo recuperaron dos tomos de ordenanzas de 1895 de Cerro Corá. “Si se pudieran encontrar esos libros de las primeras comisiones municipales, de las comisiones de Fomento, sería maravilloso. O un escrito en el que se lea que se dispuso que en este lugar funcione un negocio con expendio de bebidas, o una pensión, o un hospedaje, pero lamentablemente no hay esa conciencia”, acotó.
Algunas pistas
Indudablemente que Ibarrola es una gran conocedora del tema. Cuando le mencionan el “objeto de estudio”, ella se remite al tomo casi sin dudar, aunque quiere convencer que “me falta mucho para saber dónde encontrar cierta información”. Ahora está embarcada en hallar la designación del doctor Ramón Madariaga como médico de la gobernación, más allá que poseen documentos en los que el galeno figura.
“Hay un tomo de 1907 que es de correspondencias remitidas al Ministerio del Interior y a los ministerios nacionales que es cuando se produjo la gran epidemia de peste bubónica”, contó. Las notas iban una tras otra reclamando materiales, como desinfectantes, para combatir la epidemia. “A brazo partido trabajaba este médico junto a su colega Héctor Barreyro”, subrayó.
Manifestó que el libro más viejo es el primer tomo de Decretos de 1882, y correspondencias. La primera obra de gobierno de Rudecindo Roca, por ejemplo, trata sobre la creación de las comisiones municipales de San Javier, Santa Ana y Concepción de la Sierra. Después, sobre documentación fechada en Corpus, que fue la primera Capital del Territorio Nacional, hay una sola nota donde Roca pide que Posadas sea la capital. “
Es la única nota que está fechada ahí, el resto de las notas están fechadas en Corrientes o en Buenos Aires, ni siquiera acá”, agregó. Dijo que últimamente vinieron a buscar datos sobre la relación entre la Iglesia y el Gobierno, “pero sobre eso no tenemos. A lo sumo puede haber un decreto o una ley mediante la cual cedían un terreno para una capilla ya que siempre la provincia cedió inmuebles a las comunidades religiosas”.
Otras de las cosas que están trabajando mucho últimamente es sobre las obras públicas de fines de la Década del 50 como la Escuela Normal de Leandro N. Alem y el hotel del IPS. “Sobre las obras de Soto & Rivarola, Clorindo Testa y Alejandro Bustillo. De este último hay muchas comisarías en el interior de la provincia, en Posadas queda la Seccional Segunda porque las otras fueron modificadas”, dijo, y aseguró que “me da mucha tristeza que al menos no se mantengan las fachadas. Quizás acá no le demos importancia pero uno habla de una construcción de Bustillo o Testa y un porteño sabe de quienes se trata. La plaza 9 de Julio en sus comienzos fue un diseño de Carlos Thays. Esa información la sé porque la tenemos en los documentos originales”.
Los estudiantes de arquitectura buscan todo lo referente a obras públicas, “quieren el proyecto y eso no existe. Seguramente estaba en el expediente que originó el decreto pero no llegó a nuestras manos. Debería estar en Arquitectura o en Obras Públicas. No se valora la documentación que hay. Es lamentable. Es muy poco lo que está quedando de lo que fue la Secretaría de Planeamiento que tenía programas de la soja, de tantos productos de Misiones, de obras públicas, el Plan Urbis, el Plan Posadas, todo se hacía a través de ese organismo”.
Mediante una meticulosa tarea, recuperaron algo de documentación del IPICA, un organismo que cumplía las funciones del actual IFAI y desapareció a fines de la Década del 70 o principios de los 80. Para el Archivo se procuraron actas del directorio, resoluciones, y “de esa documentación se sacó mucha información sobre todo para los cesanteados de la época del proceso”.
De la Secretaría de Información Pública (SIP) y de la Dirección de Minas y Geología hay documentación de fines del siglo XIX hasta mediados del Siglo XX, donde están los expedientes de cateo y descubrimiento de minas. Ibarrola no logró que algún investigador se interesara en el tema y aseguró que no es por desconocimiento porque “me encargo de difundirlo”. Un día la llamaron diciendo que iban a tirar los expedientes de Minas y Geología. Fue a rescatarlos y están depositados sobre el cielorraso porque ya es muy poco el espacio.
“Pero si alguien ofrece algo lo buscaremos y lo guardaremos con celo, pero con ese celo de cuidado no de egoísmo, de guardarnos la información. Tratamos de brindar todo lo que nos pidan, buscamos socializar”, aseveró la mujer a quien se le despertó la vocación después que una amiga estudiara Bibliotecología y Archivología.