Básicamente, nosotros tenemos ciertos hábitos como juntarnos a comer asado o pastas los domingos, o creer que si quiero hacer dieta puedo comer solo pan negro.
Esos son hábitos que generan en nuestro cuerpo cierto deterioro si lo hacemos en exceso y que cuando hablamos de un cambio de alimentación para mejorar lo tomamos como lo negativo, lo dificilísimo y lo que muchas veces aisla y amarga, pero si nosotros tomamos lo que sabemos hoy, nuestras creencias, nuestros hábitos sabiendo que son programas tales como una computadora, qué elegimos, qué hacer y podemos mejorar antiguos programas, el panorama del día a día es mejor.
Por eso vemos cada vez más gente tendiendo a comprar pan negro no por que busca adelgazar o está enfermo sino por que sabe que tiene más fibras, es más sano y ayuda a mejorar su calidad de vida. Más aun si tiene semillas y no es envasado.
Así vamos incorporando nuevos hábitos saludables en nuestra vida en lo personal vemos gente que a los 50 años comienza a estudiar esa carrera universitaria que deseaba o se separa a los 60 años porque no desea aguantar más la monotonía y tristeza de su pareja o se casa felizmente a los a los 60.
Quitar esas creencias de “yo no puedo”, “ya es tarde para mi”, “no lo podré hacer a mi edad”, “eso no queda bien”; conocer esos hábitos que sabemos que no nos conducen a sentirnos plenos.
La PNL nos permite reprogramarnos, no por arte de magia ni con ninguna pastilla mágica sino con herramientas que están a nuestro alcance. Generar esas nuevas rutas de acción para que el resultado sea positivo.
El nuevo mapa de nuestra vida donde salimos de lo conocido para empezar a disfrutar aquello que queríamos y no nos animábamos.
Un nuevo día trae la posibilidad de vivirlo diferente, es posible si nos proponemos hacer algo con perseverancia, con ganas y sobre todo con la certeza de que existe el cambio, existe un panorama diferente. Solo debemos generar un plan y llevarlo a cabo.
La plenitud es posible si rompemos las barreras de hábitos y creencias.
Un buen plan de alimentación, actividad física y recreación nos permiten estar espléndidas para ese viaje soñado. Una buena rutina de elongación nos ayuda a estar sin dolores, un grupo de amigos nos da esos momentos de camaradería donde podemos reírnos y olvidarnos de todo. Animémonos a poner en práctica lo que sabemos. Es posible. La PNL nos orienta, nosotros lo decidimos.
Un poco de bienestar, un poquito más de esto y aquello, y menos de esto otro, nos permiten una vida en plenitud. Animáte a conocerte un poquito más.
¡Feliz y bendecido domingo!
Colabora
Marcela Campias
Médica. Clínica. Especialista en Medicina
Orthomolecular. CIMO. En Facebook
Av. Tambor de Tacuarí 3328- T.e. 4423184