Con unas plegarias y unas velas, el martes dio paso al ritual que todos los años convoca a miles de posadeños en la parroquia de San Cayetano, para celebrar su intervención divina. PRIMERA EDICIÓN recorrió este espacio y conoció a algunos de sus fieles.
“Concurro a San Cayetano desde que tengo uso de razón, incluso desde cuando la iglesia estaba en la parte de la costa del río Paraná, después cuando se cambió acá seguimos presentes. Desde chico fui devoto y acá con 62 años sigo presente”, relató Hermenegildo Ayala.
Luego de prender una vela en el santuario y de elevar unas plegarias, contó que “siempre venimos, ahora por suerte estamos muy bien y en general pedimos por los hijos, que la gente tenga trabajo. Ahora tengo acá mi sobrina que vino a cumplir sus promesas, ella tiene epilepsia y hasta ahora está muy bien mediante su gracia”.
En cuanto a su familia, Hermenegildo reconoció que “tenemos mucha fe, hasta armamos un santuario en el comedor que tenemos, los sábados y lunes siempre prendemos velas. Creo que San Cayetano es realmente muy milagroso”.