Eso para mi es un retroceso en pleno siglo XXI. Poner a la gente que llega de otras latitudes a dicha ciudad en no poder viajar en ese transporte público. Además es una discriminación, ya que solamente se puede abordar un remís/taxi o ir caminando desde la terminal hasta la parte céntrica de la ciudad, unos cinco kilómetros.
Me sentí humillado porque si una persona no tiene el dinero suficiente para viajar en taxi o remís se corre el riesgo de ser asaltado por el trayecto.
En espera de que la Municipalidad de Corrientes ponga en conocimiento de las personas que llegan de otras latitudes una explicación coherente sobre el tema.
Eladio Brítez Ramírez
Posadas (Misiones)