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Momentos de zozobra y extrema tensión se vivieron el lunes por la mañana en el oeste brasilero y tuvieron como protagonista a un joven misionero, quien no soportó una ruptura amorosa y resolvió secuestrar a sus exsuegros y a su excuñada con fines extorsivos, aunque no por dinero, sino para que retiren una denuncia en su contra por amenazas.
Los exsuegros lograron engañar al sospechoso y escaparon, mientras que el misionero mantuvo cautiva a la hermana de quien fuera su pareja durante más de 30 kilómetros, hasta que finalmente la liberó cerca de la frontera seca entre Argentina y Brasil, a metros de Bernardo de Irigoyen, de donde es oriundo y se encontraría oculto.
“Temimos lo peor. Por eso se inició una movilización especial que incluyó una búsqueda aérea mediante un helicóptero del Servicio Aeropolicial (Saer) de la Policía Civil de Santa Catarina”, explicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN el delegado a cargo de la investigación, Sandro Zancanaro, jefe de la comisaría de esa fuerza en São José Do Cedro, donde todo ocurrió.
Todo comenzó en esa localidad del estado de Santa Catarina, distante a 33 kilómetros de la frontera seca entre Dionísio Cerqueira y la misionera Irigoyen, específicamente en una chacra del Paraje Nuevo Sarandí, en la zona rural.
Alrededor de las 9, se presentó en la escena el joven misionero, quien semanas atrás había culminado una relación amorosa con una hija de los dueños del lugar, de 14 años. La ruptura fue traumática y, según consta en los registros, sobre el argentino recayó una denuncia por amenazas a la adolescente.
“La menor lo había denunciado junto a su familia, por lo que la Justicia había decretado una restricción de acercamiento. Ella no quería tener más relación con este joven, pero consta en las denuncias que el muchacho comenzó a presionarla para que regresara con él bajo amenazas de que le ocurriría algo malo”, explicó Zancanaro.
Junto a un cómplice, el misionero irrumpió en el lugar y tomó como rehenes a sus exsuegros, ambos de entre 50 y 60 años. En medio del episodio, se produjo una discusión que acabó cuando el sospechoso golpeó en el cuello al hombre.
“Los mantuvo cautivos durante media hora. En ese lapso, tras la agresión, la mujer convenció al joven para que llevaran al hombre a un centro asistencial, ya que había sufrido lesiones producto del golpe y hasta se desmayó”, agregó el funcionario de la Policía Civil.
El secuestrador aceptó el pedido de ayuda. Subió a ambos en el VW Gol gris de la familia y condujo hasta el hospital de São José do Cedro, sin imaginar que mientras los médicos atendían al hombre, su exsuegra rompió el silencio y pidió socorro a los sanitaristas.
El joven misionero y su cómplice -que tendría 17 años- escaparon del lugar a toda velocidad en el Gol robado. Pero no se conformaron. Condujeron hasta el lugar de trabajo de la otra hija de la pareja, es decir, la excuñada del secuestrador. “La llevaron bajo engaños, le dijeron que debía acompañarlos porque le había pasado algo a su padre. Sin embargo, cuando subió al auto, anunciaron que se trataba de un secuestro”, reveló Zancanaro.
Los secuestradores condujeron los 33 kilómetros que separan São José Do Cedro de Dionísio Cerqueira. Ya cerca del centro de frontera, obligaron a la excuñada a llamar a la Policía para “dar de baja” la denuncia por amenazas y, también, la del secuestro.
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“La joven llamó y entonces la liberaron. Se cree que, entonces , el joven cruzó hacia la Argentina, de donde es oriundo y tiene familiares. Él es nacido en Bernardo de Irigoyen”, confirmó el jefe policial, quien indicó que las dudas sobre su edad se basan en que “en una de las primeras denuncias en su contra dijo que tenía 17 años, pero en otros documentos constaría que tiene 20. Aquello también es materia de investigación”.
Zancanaro confirmó que el episodio movilizó a una buena parte de la frontera oeste brasilera. “Se movilizaron cincuenta uniformados y un helicóptero del Servicio Aeropolicial. Temimos lo peor, pero afortunadamente el exsuegro, que fue el único herido, está fuera de peligro”, confió el letrado.
El joven era buscado anoche, al cierre de esta edición, tanto de uno como del otro lado de la línea internacional. En principio, las autoridades brasileras ya habrían entablado comunicación con sus familiares y tramitaban la entrega.