
Tal vez la última carta que el exjefe penitenciario Armando Hipólito Vallejos pudo tomar del mazo judicial se le presentó esquiva ante los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quienes le rechazaron un recurso de queja y ratificaron así su condena a doce años de prisión como partícipe necesario del delito de “transporte de estupefacientes”.
El exjefe de la División Suministros del Servicio Penitenciario Federal, de 56 años y considerado el de mayor peso dentro de la trama de la denominada organización “Narcopenitenciarios”, fue juzgado y condenado en mayo de 2015 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas.
Vallejos fue hallado culpable junto al exayudante del SPF Hernán Raúl Vargas (49) y a Juan Darío Betros (41), presuntos cerebros o líderes de la “pata local” de la red de tráfico que tuvo base en el norte misionero.
De acuerdo a fuentes exclusivas de PRIMERA EDICIÓN, el último martes 7 de agosto, en fallo firmado por los jueces Ricardo Luis Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Ricardo Rosatti y Juan Carlos Maqueda, fue declarado inadmisible el recurso extraordinario presentado por Vallejos de acuerdo al artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (“por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”), luego de la denegación de la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal de recurrir el fallo de 2015, dictado por los jueces subrogantes del Tribunal Federal de Posadas, Lucrecia Rojas de Badaró, Fermín Ceroleni y Eduardo Belforte.
La decisión de la Corte puso a Vallejos -prácticamente- sin alternativas para casar su condena y ratifica lo decidido por el Tribunal Federal misionero.
La causa se inició el 24 de mayo de 2011, cuando la sección Puerto Rico de Gendarmería detuvo en el paraje Mbopicuá, sobre la ruta nacional 12, un camión de mudanzas y traslado de suministros del SPF.
Lo que aparentemente llamó la atención de los efectivos fue toparse con un camión de esa fuerza en un sector de la provincia, donde no existe unidad penal federal salvo la UP-17 de Candelaria, 150 kilómetros antes de donde fue secuestrado el transporte.
Con el vehículo detenido a la vera de la ruta, el perro adiestrado de la Gendarmería comenzó a “correr, desesperarse y jalar insistentemente la correa a su guía”.
Los gendarmes solicitaron al Juzgado Federal de Eldorado requisar el vehículo de carga, supuestamente afectado a una mudanza.
La droga fue detectada en 26 cajas de madera. En total, fueron hallados 2.763 paquetes que, en su conjunto, contenían 2.296,62 kilogramos de cannabis sativa prensada.
El conductor Emar Fabián Tevez (51) y su acompañante Sergio Briñóccoli (40) fueron detenidos. Según la acusación, 25 minutos después, Tevez llamó a su jefe, Vallejos: “No me deje solo”, le pedía.
Las detenciones de Tevez y Briñóccoli y el secuestro de la marihuana fueron el puntapié que llevó al resto de los integrantes de la organización.
Cambio de rostro
La detención de Juan Darío Betros ocurrió cinco meses después en un procedimiento encabezado por el juez federal José Luis Casals para el que fue convocado el Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) en un aserradero de Garupá.
Tras atrapar a Betros, los investigadores se sorprendieron por el cambio de sus rasgos faciales: se realizó una intervención quirúrgica que modificó nariz, operación que Betros negó durante el juicio oral que duró más de 30 días.
Vale señalar además que, durante el tiroteo en Garupá, fue abatido el presunto abastecedor de la banda, el paraguayo Daniel Vargas Rodríguez.
“Narcopenitenciarios II”
Cabe recordar que el viernes 18 de mayo último, el bonaerense Emar Fabián Tevez (51), miembro del SPF y conductor del camión de mudanza de la fuerza federal, y el misionero Julio Otto Schwarz (42), propietario del predio donde se acondicionó la droga cubierta con grasa industrial y colocada en cajas de madera envueltas en film plástico, volvieron a sentarse en el banquillo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas.
Esta vez, subrogaron el Tribunal los camaristas Juan Manuel Iglesias, de Concepción del Uruguay (Entre Ríos), Noemí Marta Berros y Roberto Manuel López Arango, ambos del fuero de Resistencia (Chaco).
Tevez y Schwarz fueron absueltos en el primer debate junto al resto de los acusados, pero en el segundo juicio no tuvieron la misma suerte y recibieron penas de siete y tres años y medio, respectivamente, como partícipes secundarios de “transporte de estupefacientes”.
El viernes 15 de mayo de 2015 fueron hallados también culpables el comerciante Sandro Néstor Zalazar (28), condenado a seis años de cárcel, mientras que los hermanos Darío (50) y Javier Samudio(26), albañiles de Eldorado, recibieron una pena de tres años y ocho meses que, conmutadas por el plazo de prisión preventiva que atravesaron, les permitió quedar en libertad de inmediato.
Los que fueron absueltos por falta de mérito y continúan en tal situación son el exayudante del SPF Sergio Briñócoli (37), conductor y acompañante de Emar Tevez en el camión que llevaba la droga; María Montiel (61), madre de Julio Schwarz; Virginia Samudio (29) y el plomero Emilio Betros (63), padre de Juan Betros.