Transcurrieron casi dos años y nueve meses de seguir rastros y pistas por parte de los investigadores provinciales y federales detrás uno de los presuntos asesinos y narcotraficantes más temidos de la región. De constantes movimientos y habilidoso para dejar su huella y desaparecer de inmediato, el paraguayo Néstor Fabián Rojas (52) fue atrapado ayer en un megaoperativo que lo cercó en un complejo de cabañas de la costa del río Paraná en esta capital.
“Ya está, perdí, tranquilos”, dijo “El Negro” tras la irrupción de los equipos de efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) e Infantería de la Policía de Misiones en el predio “La Aventura” minutos antes de las 13, con la orden del juez de Instrucción 7, Carlos Giménez y tras la labor de los investigadores de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (SAIC) y de la Dirección Homicidios, quienes le controlaron los pasos desde la noche del domingo cuando alquiló dos cabañas con un documento de identidad argentino falso para hospedarse él con su novia posadeña de 21 años y otras tres personas, dos hombres de 28 y 49 años y una mujer de 44, todos oriundos de Entre Ríos, quienes se disponían a cerrar un acuerdo por tres kilogramos de cocaína con destino a Chile, pero con escala en Paraná (Entre Ríos).
La calma del emprendimiento turístico se alteró sobremanera con más de 30 efectivos de los equipos de asalto que rodearon el predio y actuaron sin un solo disparo para reducir a los cinco involucrados, Rojas y su pareja frente a la cabaña 24 mientras tomaban mate, ambos distendidos, en ojotas, disfrutando del cálido mediodía.
En la cabaña 25 en tanto, se hospedaron los entrerrianos que llegaron a Posadas en dos Fiat Siena nuevos y con ploteado de una empresa de remises de la capital entrerriana. Todos quedaron de inmediato reducidos en el césped y maniatados con precintos plásticos.
Fue Rojas quien colaboró para aliviar la tensión: “Tranquilos, ustedes saben quién soy, El Negro”.
Fueron las pocas palabras que se le escucharon. Los pasos siguientes fueron las requisas de las habitaciones y pertenencias.
En la 24, se encontraron tres paquetes de un kilo cada uno de cocaína con alto grado de pureza, de acuerdo a los testeos de los peritos de la Dirección de Toxicomanía.
En un bolso se hallaron 56.900 pesos, dinero que presuntamente Rojas utilizaría para movilizarse y para abonar la estadía.
Durante una semana Néstor Rojas fue buscado de manera incesante en suelo misionero y se reforzaron las pesquisas en los posibles pasos fronterizos, legales y no, hacia suelo paraguayo.
Testimonios y evidencias lo vincularon de manera directa con el asesinato a balazos del mecánico de Gobernador Roca, Aldo Andrés Cantero (32) ocurrido durante la noche del domingo 5 de agosto en su vivienda del lote 89, donde se halló luego una fosa que escondía 1.800 kilogramos de marihuana prensada.
Pero el detalle de mayor peso por el que era perseguido desde Ciudad del Este y Encarnación a la capital misionera, es su relación con el doble crimen del barrio Tacurú.
La brutal ejecución de Sebastián Vega (36) y Rodrigo Ibarra, el 17 de noviembre de 2015, también a balazos y en un supuesto ajuste de cuentas del mundo más cruel que asola la provincia, el narcotráfico.