Alejandro Piscitelli eligió “romper el hielo” durante el conversatorio del cual formó parte Posadas ,afirmar lo siguiente.“No vamos a hablar tanto de aparatos hoy ni de dispositivos, sino de la sociedad, la cultura y del mundo de las innovaciones y del mundo en el que estamos viviendo”.
Tras definirse a sí mismo como un “anti-pensador”, Piscitelli explicó que diseñó la charla básicamente para intervenir en la construcción de un “pensamiento crítico” que a su vez sirva para formular críticas al pensamiento y así “romper el dualismo”.
En un recorrido por los proyectos en los cuales se embarcó en los últimos 10 años, el filósofo y educador argentino señaló: “El dilema ético que hoy tenemos es que vivimos en un sistema sobreinformado, pero el sistema educativo en general no es muy diferente al de hace 50 años y hoy, si queremos pensar en integrar, hay que rediseñar toda la cultura de Internet”, lanzó.
Con distintas actividades, algunas que concluyeron y otras que siguen, como por ejemplo “Cultura Digital”, que se implementa en México y que tiene que ver con la “reinvención” de una escuela donde se creó el Maker PEI más grande de América Latina, Piscitelli destacó que la irrupción de la Escuela de Robótica en Misiones está produciendo “un intento de hackear -interrumpir, reinventar, modificar- el sistema educativo. Es el Estado el que hackea al Estado, también se da la descentralización, eso no existe en otras provincias”.
Antes y después de Google
A lo largo de su charla, Piscitelli comentó algunos proyectos interesantes que tienen los intentos de “hackeo” al sistema educativo actual y citó el ejemplo de Minerva School, la universidad más moderna que hay en el mundo, situada en San Francisco, California (Estados Unidos).
“Allí sus estudiantes recorren siete países a lo largo de cuatro años. Asisten a clases pocas horas a la semana y están todo el tiempo trabajando en problemas reales para solucionar problemas reales. Está muy centrada en el pensamiento crítico y creativo, en la comunicación efectiva, la interacción afectiva y el proyecto de intervención escolar a partir de la cultura maker”, describió.
Para el especialista, “lo que antes parecía magia ahora son herramientas tecnológicas que están en nuestras manos. Ahora podemos decir que todo es antes o después de Google. Por un lado, tenemos asombro permanente; y por otro, problemas permanentes, en los cuales no entendemos cómo con tanta información o con tanto ‘acceso’, el mundo es un desastre”.
“Sin embargo, si uno mira el mundo de antes comparado con el que es ahora, los números son infinitamente mejores. Por supuesto que hay pobreza, desigualdad, malas políticas; sin embargo nada tiene que ver con el mundo que era hace 50 o 100 años. Sin duda estamos mejor”, insistió.
Prosiguió el docente en la UBA y exgerente general de Educ.ar: “Uno de los males del mundo es que casi todo está basado en las filosofías dualistas, tendemos a separar; pero lo que queremos nosotros con estas experiencias es integrar, antidisciplinar, juntar dos cosas diferentes”.
“Si miramos la historia de China a lo largo de 2.000 años, vemos que todo es cíclico. En aquel entonces era una potencia imperial y lo fue hasta el siglo XVII, perdió todo peso durante dos siglos y ahora crece aceleradamente, e incluso pasó a ser como el referente en muchas cosas”, señaló.

Mundo VUCA
Para ser gráfico, Piscitelli mostró fotos del embrión de un ratón hecho en base a células madre, es decir que “ya podemos sintetizar vida a partir de células madre, que es una cosa inédita. Entonces, si uno lo puede imaginar, quiere decir lo puede hacer”, reflexionó al momento de exhibir una fotografía de un edificio flotante a diez mil metros de altura y colgado de un asteroide.
“Ratones artificiales, edificios flotantes, ¿qué es esto?”, preguntó retóricamente.
“Bueno, es todo parte del mundo VUCA (“Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo”, por sus siglas en inglés), donde todo es posible. Cuando se hizo el primer mapa de ADN, en 2003, costó 100 millones de dólares y ahora existen dispositivos en los cuales pagás a una empresa privada 99 dólares, envías un poco de saliva y en un mes tenés tu mapa de ADN. Eso en sólo 15 años. Esto va hacia lo que se va a llamar la medicina personalizada, todo va a cambiar radicalmente en unos años, cuando uno no va a ir más a la farmacia donde te venden medicina genérica, sino que va a llevar una muestra de su ADN a la farmacia y sobre eso le van a fabricar la droga que la persona necesita”, contó sobre un futuro que ya está a las puertas y para el cual Misiones busca estar preparada.