Parece haber tirado al cesto de desechos todas sus promesas y esperanzas sembradas durante campaña electoral, cuando la Presidencia aparecía como una opción posible.
Ya no queda tema donde no haya contradicciones entre lo que se prometió y lo que se hace. Y el creciente endeudamiento externo nos está creando “cepos” (perdonen la palabra) para muchos años a futuro. Hasta un incomprensible crédito a cien años, recordando un poco l a vergüenza que fue para nuestra nación naciente el préstamo de la Baring Brothers, durante la presidencia de Bernardino Rivadavia, hace poco menos de 200 años.
Pero a esa aparente “incompetencia e impericia” del Gobierno, es más preocupante la actitud de una oposición temerosa, incapaz de alzar la voz para aunque mal no sea oponerse o advertir sobre el riesgo y el pagaré a futuro que significa lo que se está haciendo en beneficio de unos pocos, los más ricos y poderosos.
A un gobierno inepto una oposición sumisa, muy mala suma.
Carlos Roberto Marino
Posadas (Misiones)