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Uno de los misioneros más buscados por la Justicia Federal finalmente fue detenido ayer por la mañana, tras cuatro años de misterio sobre su paradero. Se trata del locutor y periodista Carlos Luis Carvallo (63), quien finalmente fue apresado minutos antes del mediodía por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en la casa de una hermana.
El obereño, sobre quien recaía un pedido de captura de INTERPOL en una causa iniciada en Entre Ríos por crímenes de lesa humanidad, terminó alojado en los calabozos que esa fuerza federal tiene en el aeropuerto de Posadas y en las próximas horas será trasladado por tierra hacia Paraná. Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, ese operativo se llevaría a cabo cuanto antes, una vez que finalicen los trámites correspondientes a su aprehensión.
Una veintena de efectivos de la mencionada fuerza irrumpió ayer, minutos después de las 11, en una vivienda de la chacra 132 de Posadas, en inmediaciones de las avenidas Jauretche y Chacabuco, sobre el sector oeste del barrio Santa Rita.
En pocos minutos, la tranquilidad de la zona se transformó en un verdadero enjambre de uniformados, fotógrafos y periodistas. El rumor no tardó en confirmarse: en el lugar había sido detenido el radialista Carvallo.
Las fuentes indicaron que desde hacía varios días la PSA tenía datos de que el sospechoso se movilizaba por la zona. No obstante, una vez consumada la detención, allegados al aprehendido aseguraron a los medios que, en realidad, Carvallo arribó a Posadas durante la madrugada con firmes intenciones de entregarse, bajo el argumento de que ya no soportaba la vida en la clandestinidad. Tanto aquello como su paradero durante los últimos cuatro años es aún un misterio.
Sobre el periodista recayó una orden de captura proveniente del Juzgado Federal de Paraná, en noviembre de 2014, después de que en medio un debate oral y público por crímenes de lesa humanidad, un testigo aseguró que había sido secuestrado y torturado por Carvallo.
Fue el magistrado Leandro Ríos quien tomó cartas en el asunto, ante el hecho de que el locutor aparece mencionado en el listado de informantes del Batallón 601 durante la última dictadura cívico militar. La causa iniciada por la secretaría de Derechos Humanos de la Nación pretende establecer el vínculo de Carvallo con algunos delitos que se investigan.
Ríos instruye la causa de lesa humanidad Área Paraná, en la que se investigan los secuestros de 52 personas y la desaparición de otras cinco. Carvallo aparece en la mencionada lista como “agente de Reunión” y “personal de civil de inteligencia que prestó servicios entre 1976 y 1983”.
En la nómina de personal civil del Batallón de Inteligencia, Carvallo figura en el orden 2.034 de la Foja 38, correspondiente al Área 212, Destacamento de Inteligencia 122, con jurisdicción en la provincia de Santa Fe, pero que también intervenía en Entre Ríos.
Esos datos se cotejaron con la declaración del dirigente de ATE, Manuel Ramat, en el juicio que se realizó en 2014, donde el hombre aseguró que fue Carvallo quien formó parte de un grupo de tareas que lo secuestró en el centro de Paraná y lo sometió a una prolongada sesión de torturas que duró varias semanas.
Conocido aquel relato y una vez que Ríos pidió la detención nacional e internacional de Carvallo, el locutor desapareció de la escena pública. Los rumores apuntaron a que se ocultaba en Paraguay, algo que nunca se pudo probar. Ayer al mediodía finalmente fue detenido y en las próximas horas deberá comparecer ante la Justicia Federal, en Entre Ríos.