Difícilmente un Gobierno admita que sus políticas fallan. En Argentina, hasta ahora, la culpa de los males de la economía cambian según la cotización del dólar. Así en Cambiemos culparon a Turquía, a China, a Brasil y ahora, aprovechando el tema que ocupa la agenda mediática nacional, el presidente Mauricio Macri salió a justificar que todo empeora por la investigación a empresas que pagaron coimas a exfuncionarios del kirchnerismo.
Sin embargo, los efectos de no tener un plan económico son de larga data, hasta llegar a un presente con casi un 80% de devaluación de la moneda nacional con respecto a la norteamericana. Es decir, el problema es la Argentina gobernada a prueba y error, con maquillaje en el Gabinete, sin tomar previsiones en su gasto público y un riesgo de default constante que atemoriza a cualquier inversor. Eso significa que los “cuadernos Gloria” ya famosos no traen más problemas de los que vienen arrastrados como alud en la montaña.
La gestión de Cambiemos ya no es original ni siquiera para buscar excusas. De hecho, las conferencias de prensa de funcionarios de Hacienda o el Banco Central son cada vez menos periódicas, tal vez por esto de no poder encontrar una fundamentación creíble para la crisis que se profundiza con la recesión.
En las principales economías del mundo como en las emergentes (Brasil, Turquía o Ucrania) temen por los efectos que pueda provocar una Argentina incapaz de hacer frente a los servicios de la deuda externa. Entre las importaciones, el turismo, las ventas del BCRA para frenar corridas y los intereses de la deuda, el país tendrá un rojo en la cuenta corriente de 10 mil millones de dólares.
El panorama es, a su vez, por demás desalentador en el país en varios aspectos: la caída en la industria que podrían oscilar entre el 8 y el 10% mensual hacia fin de año. Con la industria autmotriz entre los más perjudicados. Con una inflación que tiende más a terminar en un 35-40% en 2018. Un dólar que amenaza con llegar cerca de los 40 pesos a fin de año.
Pero “los países no quiebran” aseguran algunos economistas. Y, tal vez por mucho interés en las consecuencias, hay lideres mundiales que no permitirían que Argentina vuelva a caer en cesación de pagos. Hasta el FMI guarda silencio frente a las corridas cambiarias y la inflación para no meter más presión de la que ya existe. O bien, sabe que Macri no podrá cumplir las metas firmadas y resta esperar al primer trimestre de 2019, cuando deba analizar si envía el segundo desembolso millonario de dólares tras un primer pago que se evapora rápidamente.
Hay funcionarios del Gobierno nacional a los que varios expertos financieros les siguen recomendando conseguir una refinanciación de la deuda, con algunos años de gracia, para que la economía se tome un respiro de tanto agobio.
El verdadero efecto
Donde sí habrá consecuencias de la investigación judicial por las coimas, es en los contratos de obras con participación público privada (PPP) y los eventuales juicios que inicien empresas extranjeras. Y para los investigados que “blanquearon” capitales en 2016.
Sobre el primer problema, las PPP se van quedando sin financiación porque los socios extranjeros (que son los que tienen gran parte de los 12 mil millones que se necesitan) no avanzarán con empresarios argentinos arrepentidos o investigados. A pesar de la resistencia de Macri de dar de baja las adjudicaciones y buscar a quienes no estén salpicados en la causa de los “Gloria”, trascendió que “nadie pondrá un dólar hasta que se aclare todo. Según como termine la historia, cada vez se anotan más para iniciar demandas judiciales por los “perjuicios”.
En la adjudicación, el gran responsable es Mauricio Macri, asesorado por el ministro de Transportes Guillermo Dietrich.
El segundo grupo, los blanqueadores”, siguen de cerca la definición de la AFIP con respecto a la retroactividad con que se actuaría con los arrepentidos y los detenidos que declararon miles de millones en el “sinceramiento fiscal”. Techint, Esuco, Pescarmona y Cartellone declararon más de 10 mil millones de pesos. Y nadie ve a Paolo Rocca o a Calcaterra poniendo el dinero de su bolsillo si el blanqueo se cae, con el impacto que significará en seguridad jurídica para futuros inversores.
Finalmente, hay que observar a los bancos privados de primera línea que llevan perdiendo más de 8.500 millones de capitalización porque el dinero real (no los papeles) se van del país. Además del golpe en las cotizaciones en Nueva York que puso a algunos como el Galicia, Supervielle, entre otros en una delicada situación.
Fuera de ello, resta saber si se avanza en la conexión Odebretch con los cuadernos, además de las investigaciones en Italia y Uruguay.
El ajuste y los guiños macristas
En pocos días, el ajuste fiscal de Cambiemos tuvo varios capítulos. A la eliminación del Fondo de la Soja (con la caída de 65 mil millones que se ratificó como “irreversible”), se reveló la nueva meta: a 2018 le quedan no menos de 50 mil millones por bajar en las provincias y, el año que viene, habrá que achicar otros 100 mil millones entre las 24 jurisdicciones.
¿De dónde saldrá tanto dinero que no llegará a los gobernadores y al jefe de la Ciudad de Buenos Aires? Eso es lo que comenzó a negociarse esta semana en la Casa de la provincia de Salta, donde los ministros de Economía de los distritos gobernados por la oposición recibieron las cifras de funcionarios de Interior y Hacienda de la Nación.
La respuesta pone en alerta a más de un sector: sin Fondo de la Soja, achicando la plata de la obra pública, queda la coparticipación. Fue entonces que varias provincias pidieron suspender la aplicación del Consenso Fiscal firmado hace seis meses, en el que se comprometieron a bajar Ingresos Brutos y tasas. Si bien la Nación rechazó el planteo, hay gobernadores que llevarán a la Justicia el Pacto porque Macri fue el primero en violar el tratado quitando un fondo que explícitamente se acordó no tocar.
La salida, terminaría pasando por permitir implícitamente que las provincias no bajen los impuestos y hasta lleguen a subirlos, con la Nación mirando a un costado por cargar con mucha culpa.
Luego, dentro de Cambiemos, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal que había anunciado la quita de IIBB y otros impuestos que suman a las boletas de servicios un 12%, seguiría sin ejecutar la medida al igual que Rodríguez Larreta en la CABA.
La gran mayoría de los mandatarios se resiste a tocar el rubro Personal en el Estado, del que depende un gran porcentaje de la población en las provincias sin industrias y con un comercio en decadencia.
La paz con Frigerio
Tras el enojo público de Hugo Passalacqua por el recorte del Fondo de la Soja, vino a Misiones el Ministro del Interior a prometer medidas para sustituir la plata recortada.
“De cara al presupuesto nacional 2019, Misiones se protegió y encaró una negociación donde no pierde”, evaluaron en la Rosadita sin mayores precisiones. De hecho el gobernador salió públicamente a confirmar los votos de diputados y senadores nacionales al proyecto de Macri, lo cual evidencia un acercamiento entre Nación y Provincia para superar el conflicto sojero. “El resultado fue positivo para todos”, concluyeron desde la renovación.
La visita de Rogelio Frigerio que no permitió la intervención de Cambiemos Misiones en los acuerdos directos con Passalacqua y Rovira, provocaron enojos entre radicales y macristas en la tierra colorada. Y selló la paz con el oficialismo misionero en medio de tensiones que movilizaron a intendentes y diputados en una semana intensa de negociación política.
Con el clima de “concordia” en Misiones, se iniciará mañana la habitual ronda de ministros y titulares de organismos descentralizados a la Comisión de Presupuesto de la Legislatura para conocer detalles del proyecto de presupuesto provincial para 2019, enviado por Passalacqua en tiempo récord.
El propio mandatario misionero aprovechó sus últimas declaraciones a la prensa el viernes para pedirle a los Cambiemos locales que tengan la misma actitud de acompañamiento que tendrá el “misionerismo” con Macri en el Congreso.
Con la salud y la educación, no
Cuando el ajuste llega a sectores tan sensibles como el sanitario o educativo, confirma lo mal que está la administración del Estado.
Mientras el diputado nacional radical por Misiones, Luis Pastori, culpa a los diarios del mal momento político de su sector, lo cierto es que el Gobierno que representa decidió achicar una vacuna en el calendario con un efecto aún desconocido y no porque el laboratorio no las entrega o exista faltante como dijo el Ministerio de Salud de Nación.
O no remite los fondos a la UNaM como a otras universidades, desconociendo la autonomía, ni resuelve el conflicto con los profesores ni con los investigadores del CONICET. Pero el problema son los medios de comunicación, en la acotada visión del legislador. Nadie sabe lo lejos que se pretende llegar recortando la inversión en áreas tan sensibles para la población.