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El menor salió del baño de la terminal de Posadas y le dijo al guardia de Gendarmería que dos hombres lo secuestraron en Oberá. Pese a una rápida búsqueda los presuntos captores no fueron ubicados.
Al averiguar los datos del niño, quien no contaba con documentación, los efectivos establecieron que sus padres radicaron una denuncia por fuga de hogar ayer minutos después de las 7, en la Comisaría de la Mujer de Oberá, dando cuenta que su hijo no asistió a la escuela.
No obstante, el menor contó que fue secuestrado camino a su escuela, en el barrio Villa Stemberg de la Capital del Monte.
El chico habría contado que “en determinado momento observó un automóvil blanco estacionado. A bordo del rodado viajaban dos hombres. Uno de ellos arrojó una llave frente a él y cuando se agachó a buscarla el mismo sujeto le dijo ‘esa llave es mía’. Cuando se acerca para pasarle dicho objeto el hombre lo agarró fuertemente y lo metió dentro del vehículo. Allí lo amenazaron de muerte y se dirigieron hasta la terminal de ómnibus de Oberá. Los sujetos compraron tres pasajes y emprendieron viaje hacia la capital provincial”.
Seguidamente, el chico afirmó que “no se animó a reaccionar por miedo, pero viendo que en Posadas era su última oportunidad de escapar, le dio un codazo a uno de ellos y tras bajar del colectivo fue hacia el baño. Luego avisó a un gendarme de lo que estaba sucediendo”.
Pese a la intensa búsqueda en la zona no se pudo ubicar a quien el menor señaló como “los secuestradores”. Otro dato llamativo es que el micro en el que viajaba el niño arribó a la mencionada terminal alrededor de las 14.
“Remera de los Simpson”
El chico describió a sus captores como “dos hombres que hablaban con acento colombiano y que el líder de ambos y quien lo secuestró a la fuerza en la calle tenía puesta una remera con el dibujo de los Simpson adelante y de un obelisco en la parte de atrás con la inscripción ‘Buenos Aires’”, siempre de acuerdo a datos de las fuentes.
Se debe destacar que personal de Gendarmería Nacional, más precisamente del Escuadrón 50, actuaron con suma rapidez ante la gravedad de la denuncia del menor.
Por estas horas y orden judicial mediante los efectivos tenían previsto analizar cámaras de seguridad para tratar de identificar a los presuntos secuestradores. El chico estaba sano y salvo, “aunque lloraba y estaba con mucho hambre”, indicaron los voceros. Anoche se reencontró con sus padres.